Desde el municipio de Sandoná, en Nariño, los artesanos cada vez más, exaltan esta tradición que por décadas se ha convertido en fuente cultural y económica para miles de familias a través de los sombreros de paja toquilla.
Noticias Nariño.
Sandoná, un hermoso municipio ubicado en el departamento de Nariño, reconocido por su muestra artesanal viene impulsando cada vez más la elaboración de sombreros, una actividad que le apuesta cada vez más a la economía de la región.
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Estos sombreros son verdaderas obras de arte que reflejan la identidad y la cultura de la región de Sandoná.
Su elaboración es un proceso meticuloso que se ha sido transmitido de generación en generación.
A través de redes sociales se dio a conocer uno de los procesos de elaboración liderado por un artesano sandoneño.
Toda elaboración comienza con la selección cuidadosa de la materia prima, que generalmente es la paja toquilla, un tipo de palma que se encuentra en la región. Se recolecta y se deja secar al sol para obtener la calidad y la flexibilidad adecuadas.
Una vez que la paja toquilla está lista, los artesanos comienzan a tejer los sombreros utilizando técnicas tradicionales que requieren habilidad, paciencia y precisión.
Lo maravilloso de esta labor, es que cada sombrero se teje a mano con delicadeza y detalle para entrelazar las fibras de paja y crear patrones únicos y hermosos.
Después de tejer los sombreros, se les da forma. Los artesanos utilizan técnicas especiales para moldear la paja y darle la forma deseada. Este proceso requiere destreza y experiencia, ya que es necesario lograr la forma perfecta sin dañar la estructura del sombrero.
«Ya cuando está majado, se lo lleva a la prensa para dar forma al sombrero. Tenemos la horma en aluminio, y toca calentarlo bien. Se mete en matacho, se pone el cuero para protegerloy se prensa», dice el artesano mientras fabrica un sombrero Panamá.
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Una vez que los sombreros están completamente formados, se les añaden los detalles finales. Esto puede incluir bandas decorativas, adornos o incluso bordados a mano. Estos detalles agregan un toque especial y personalizado a cada sombrero, convirtiéndolos en piezas únicas y distintivas.
El precio de los sombreros oscila entre los 20.000 y 250.000 pesos.
Los sombreros de Sandoná son altamente cotizados en varias ciudades, e incluso países del mundo, por lo que su fabricación es una demanda alta para lograr exportar sus obras de arte que llevan la identidad del departamento de Nariño, la cuna de artesanos y artesanas.
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