Si bien el militar es natural de Nariño, su secuestro se dio en zona rural de Arauquita, departamento de Arauca, donde estaba asignado de servicio cuando el ELN lo secuestró.
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No se sabía nada del sargento Libey Danilo Bravo, desde que varios sujetos armados lo obligaron a subirse a una camioneta el pasado 14 de febrero con rumbo desconocido.
Desde esa fecha su familia en Nariño, Bogotá y Cali, pedía la liberación del hombre, finalmente ese deseo se dio.
Si bien es proveniente del departamento de Nariño, el sargento vivía en Bogotá con su familia, pero prestaba servicio en el oriente del país.
Luego de conocida la situación se dio aviso a las autoridades competentes para instaurar la denuncia por secuestro.
Se conoció que en coordinación con la Policía Nacional se activó un plan candado desplegando un dispositivo de seguridad para ubicarlo. El ELN informó que lo tenían en su poder.
Finalmente este miércoles 8 de marzo, se dio la noticia de su liberación.
Secuestrado por el ELN
El uniformado fue capturado por un bloque armado del grupo subversivo ELN, quienes en una fotografía mostraron cómo dejaban libre al hombre.
Específicamente por el Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional.
Todo se dio gracias a una misión humanitaria liderada por «un equipo de la Regional de Arauca».
Este a su vez tuvo compañía de la Iglesia Católica, que habrían ayudado a intermediar en esta situación.
1/3 Un equipo de la Regional #Arauca, en compañía de la Iglesia Católica, adelantó una misión humanitaria en Arauca, que permitió el regreso a la libertad de sargento Libey Danilo Bravo, quien estaba en poder del Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional ELN. pic.twitter.com/ISVbedEAtf
— Defensoría del Pueblo (@DefensoriaCol) March 8, 2023
Ahora, Libey será llevado a la capital del departamento de Arauca para ser revisado su estado de salud.
En lo corrido del año ya se han registrado varios secuestros a uniformados.
Uno de los casos más recientes, la retención de 73 policías en Caquetá durante casi 30 horas.
Estos últimos retenidos por parte de campesinos que se encontraban en la toma a una petrolera en Los Pozos, San Vicente del Caguán, Caquetá. Sin embargo, el gobierno calificó esa acción como «un cerco humanitario» y no un secuestro.
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