Nariño y su capital, Pasto, enfrentan grandes desafíos en el mercado laboral. Desde la perspectiva de los trabajadores, los bajos salarios, la informalidad y la explotación laboral son problemas recurrentes. Por otro lado, los empleadores lidian con altos costos de operación, falta de incentivos del gobierno y una economía golpeada por la inestabilidad social y la falta de inversión.
La región, con un alto potencial agrícola, comercial y cultural, no logra traducir estas ventajas en mejoras significativas para su población económicamente activa.
Los principales problemas para los trabajadores
Bajos salarios:
En Nariño, muchos trabajadores apenas ganan el salario mínimo, especialmente en los sectores agrícolas, comerciales y de servicios.Explotación laboral:
Jornadas extenuantes sin pago de horas extras y sin acceso a prestaciones sociales son una realidad para miles de trabajadores, especialmente en empleos informales.Falta de oportunidades:
La alta tasa de desempleo en la región obliga a muchas personas a aceptar trabajos precarios. Según el DANE, Nariño tiene una de las tasas más altas de informalidad laboral en el suroccidente colombiano.Pobre acceso a la seguridad social:
Gran parte de la población trabajadora, especialmente en áreas rurales, no cuenta con acceso a salud, pensión ni riesgos laborales.
Los retos para los empleadores
Altos costos de operación:
Los empresarios enfrentan dificultades como el incremento en los costos de transporte, debido al estado precario de las vías, y el aumento en los insumos para la producción.Falta de incentivos:
La ausencia de políticas gubernamentales que promuevan la creación de empresas o que apoyen a los emprendedores limita el crecimiento del empleo formal.Competencia desleal:
La informalidad afecta también a los empleadores formales, quienes deben competir con negocios que no pagan impuestos ni cumplen con normativas laborales.Baja productividad:
La falta de capacitación y el acceso limitado a tecnologías modernas reducen la eficiencia en varios sectores económicos de la región.
Medidas ineficientes de los gobiernos
A pesar de las promesas, los programas de desarrollo laboral implementados por los gobiernos locales y nacionales han mostrado ser insuficientes.
Inversiones insuficientes:
Los proyectos de infraestructura, como la mejora de carreteras, avanzan lentamente, afectando la competitividad de la región.Capacitaciones poco accesibles:
Aunque se han promovido programas de formación laboral, su alcance en zonas rurales y comunidades alejadas es limitado.Falta de incentivos fiscales:
No existen beneficios claros para empresas que busquen invertir en Nariño y generar empleo formal.
Historias de lucha y superación
María Fernanda Pérez, una madre cabeza de hogar que trabaja como empleada doméstica en Pasto, asegura: “Trabajo casi 12 horas al día y gano $30.000. No tengo contrato ni seguridad social. Es muy difícil, pero no hay otras opciones.”
Por su parte, Luis Andrade, dueño de una pequeña tienda en Tumaco, cuenta: “Cada mes es más caro surtir mi negocio. Con los impuestos y la competencia de la informalidad, a veces pienso en cerrar.”
Claves para superar la crisis
Formalización laboral:
Incentivar a las empresas para que ofrezcan contratos legales y respeten los derechos de los trabajadores.Inversión en infraestructura:
Mejorar las vías y la conectividad para reducir costos y aumentar la competitividad.Capacitación técnica:
Crear programas gratuitos y accesibles que preparen a los trabajadores para los sectores con mayor demanda laboral.Apoyo al emprendimiento:
Establecer políticas fiscales y subsidios para pequeños empresarios y emprendedores locales.
Un llamado a la acción
Los trabajadores y empleadores de Nariño y Pasto necesitan soluciones urgentes que promuevan la equidad y el desarrollo. Es hora de que los gobiernos enfoquen sus esfuerzos en programas eficientes y sostenibles que impulsen la productividad y garanticen condiciones laborales dignas para todos.