«La estatua viviente con un gato y dos ratones», Óscar Giraldo, artista viajero en Pasto

Óscar es un viajero que personifica una estatua viviente, sus compañeros de vida y trabajo son un gato y dos ratones, de visita en Pasto deja un mensaje: «Si ellos pueden vivir juntos los seres humanos también».

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Oscar Giraldo es un artista viajero del Peñol, Antioquia , su arte es ser una estatua y lo hace en compañía de dos ratones y un gato, está viajando por Suramérica y de paso por las calles de Pasto busca dejar un mensaje de convivencia, y supervivencia.

Recorriendo países de Suramérica, Gilrado es un artista y viajero antioqueño llegó de visita a las calles de la capital nariñense, su arte es ser una estatua «con arte vivo» como él lo llama.

Esta personificación la hace desde hace 16 años, y lo que más llama la atención, son los animales que acompañan a Óscar, de viaje en viaje.

Los files amigos son un gato y dos ratas, especies que siempre han tenido una teoría de  enemistad, pero en este caso son sus amigos y compañeros de vida.

Durante sus travesías encontró el gato en un bote de la basura en Bolivia y los ratones  en un pantanal de Brasil, desde ahí esta familia es inseparable.

Mientras Óscar Giraldo permanece sentado en su actuación, los tres animales no se separan de él, «el instinto del ratón es salir corriendo, el instinto de cada ser humano es salir en convivencia».

«Los ratones viven suelticos, y el gato es el que me busca para salir a trabajar», señaló óscar 

El viaje ha recorrido Ecuador, Perú , Bolivia, Brasil y Argentina.

«Mas que un apoyo, es dejar un mensaje»

Para Óscar Giraldo, salir con sus animales y realizar el performance de una estatua, es por dejar un mensaje más que buscar apoyo y recursos, expresa que «ssi ellos pueden vivir juntos los seres humanos también».

«Los seres humanos no somos capaces de vivir en convivencia mientras que ellos si» afirma Giraldo

A su vez resalta que el traje que usa se llama el sobreviviente, porque asegura que en 60 años los seres humanos van a transitar con una planta al hombro, y respirando el oxigeno de ese organismo vivo para intentar salvar el planeta.

Giraldo va rumbo a la ciudad de Popayán, Cauca, y de de paso por las calles de Pasto, su estilo de vida causó admiraron y respeto.