A los conductores que cruzan el llamado ‘Trampolín de la muerte’, les dicen «mis respetos». Para muchos, «es un trauma pasar por ahí», pero es un lugar «de hermosos paisajes».
Noticias Nariño.
El 19 de julio de 1991 más de 50 personas murieron sepultadas y arrastradas por una avalancha, la tragedia en Murallas, en la vía Mocoa-Pasto, que con cada aguacero o la entrada del invierno, genera temor, hoy ese añorado paso por la variante San Francisco-Mocoa para cruzar Putumayo y Nariño sigue registrando fatalidades, vehículos que se van al abismo en el llamado el ‘trampolín de la muerte’.
Ha disminuido la accidentalidad también en parte, porque «a la fuerza ante tanta tragedia», los conductores también tienen más prudencia al pasar.
Por allí, pasan desde motos hasta camiones de carga.
Una carretera que también, es un ‘elefante blanco’, se ha anunciado muchas veces la obra para hacer una vía transitable y segura. Pero sigue igual.
Pasar hoy día por esta carretera sigue siendo una hazaña.
A los conductores que la cruzan, les dicen «mis respetos». Para muchos, «es un trauma pasar por ahí».
Otros describen que la situación más crítica es desde «El Mirador para abajo, es hora de que le metan mano a ese trayecto».
Por esta carretera pasan viajeros, no solo de Putumayo y Nariño, los camiones de carga que abastecen a los dos departamentos.
Hay una luz de esperanza, los 1.2 billones de pesos aprobados por el gobierno nacional para que la variante se termine.
«Excelente para desembotellar a Nariño. 12 horas a Bogotá sin el paso por La Línea», se alegren los conductores.
El Gobernador de Nariño Jhon Rojas, destacaba en septiembre el respaldo para el regreso de la obra.
Sin embargo, y como muchas cosas en Colombia, este lugar que genera temor también paisajes hermosos, gran variedad de fauna y flora.
Un lugar de montañas y ríos envidiable.
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