En una muestra de solidaridad y compromiso con las comunidades afectadas por el conflicto armado, la Gobernación de Nariño, a través de la Subsecretaría de Paz y Derechos Humanos, desplegó una importante operación humanitaria en el corregimiento de Madrigal. Este esfuerzo coordinado respondió a la urgente necesidad de atender a más 870 familias que habían permanecido confinadas durante 12 angustiosos meses.
Con el apoyo fundamental de la Alcaldía de Policarpa, se implementó un operativo que no solo distribuyó mil ayudas humanitarias, sino que también facilitó atención médica integral. Niños, niñas, hombres, mujeres, adultos mayores, madres gestantes y personas con discapacidad recibieron la atención necesaria, mitigando así el impacto de la crisis humanitaria que vivieron.
Diálogo
Parte esencial de esta intervención fue la apertura de espacios participativos de diálogo. Estos no solo permitieron hacer seguimiento a las dificultades enfrentadas por las víctimas del conflicto armado, sino que también sentaron las bases para la implementación de proyectos con enfoque restaurativo en la economía y el tejido social. Estos proyectos están alineados con el Plan de Desarrollo local, buscando garantizar los mínimos humanitarios y la seguridad humana en la región.
Juan Burbano, residente de Madrigal, expresó el profundo impacto emocional de los combates que asolaron su comunidad, causando zozobra, miedo y preocupación entre sus habitantes. Burbano destacó la importancia del acompañamiento continuo de las autoridades para asegurar la paz y la estabilidad en la zona.
Compromiso
El compromiso del gobierno no se limita a momentos de emergencia, sino que se fundamenta en propósitos firmes y un Plan de Desarrollo robusto que busca reconstruir el tejido social.
La estrategia Caminando la Palabra, gobierno en el Territorio refleja este compromiso, priorizando la inversión social como una herramienta para abordar las causas subyacentes del conflicto y superar las crisis estructurales que deja a su paso la guerra.
Con acciones concretas y una visión integral, las autoridades reafirman su compromiso con la construcción de un futuro más seguro y próspero para todos los habitantes del departamento. La operación en Madrigal no solo representa un alivio inmediato para las familias afectadas, sino también un paso significativo hacia la reconciliación y la paz duradera en la región.