Más de 30.000 trabajadores informales del municipio de Pasto padecen serias dificultades económicas por cuenta de la actual emergencia sanitaria y el Paro Nacional. Así lo precisó el veedor ciudadano y dirigente cívico Juan Ibáñez tras argumentar que la mayoría de jóvenes y adultos que obtiene el sustento para sus hogares a partir de la venta callejera de frutas, verduras y artículos para el hogar carece de dineros para el pago de los servicios públicos domiciliarios y alimentos.
Argumentó que si bien es cierto la reapertura de las vías nacionales que estaban bloqueadas por los manifestantes redujeron la llegada de dichos productos, aseguró que los pocos que ingresaron a los centros de abastos presentan sobrecostos.
Indicó que la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 no solo tiene en crisis a los trabajadores callejeros sino también a los padres y madres de familia que obtienen el sustento a partir de las labores técnicas oficios que desempeñan desde sus casas.
Perdidas
De acuerdo con Segundo Botina, quien en el barrio El Polvorín dedicó su vida a la reparación de electrodomésticos, desde el inicio la pandemia su actividad se ha visto afectada en un 90%. Por su parte Álvaro Pastás, quien en el suroriente de Pasto se dedica a la reparación de neveras y televisores, sostuvo que aún sigue de brazos cruzados porque la clientela que tenía jamás volvió.
Argumentó que si bien es cierto hasta febrero del 2020 antes de que iniciara la pandemia obtenía entre $50.000 y $70.000 semanales por la reparación de electrodomésticos, expresó que desde que se declaró la emergencia sanitaria hasta la fecha los ingresos económicos no son los mejores.
Dijo que al igual que otros progenitores que por años se dedican a ese oficio sobreviven a través de otras actividades laborales.
“Esta es la peor situación que vivimos los reparadores técnicos de electrodomésticos porque la pandemia y otras crisis sociales agudizaron nuestro oficio”, agregó.