El barrio El Pilar, ubicado en el sur de la ciudad de Pasto, fue escenario de una de las celebraciones más esperadas del año, la fiesta de la Virgen de La Luz. Esta festividad, organizada en conjunto con la colonia de Imués, reunió a cientos de personas en un evento lleno de devoción, alegría y tradición.
El líder comunitario del barrio El Pilar, José Castro, informó que la fiesta de la Virgen de La Luz ha sido una tradición que se celebra anualmente y cada año se esfuerzan por hacerla más especial y significativa para todos los asistentes.
Unen lazos
«Es un momento muy importante para nuestra comunidad. Nos unimos para rendir homenaje a la Virgen de La Luz y, al mismo tiempo, fortalecemos nuestros lazos comunitarios y culturales», expresó Castro.
Las festividades comenzaron en la mañana con una misa solemne en honor a la Virgen de La Luz. La iglesia local se llenó de fieles que, con cantos y oraciones, manifestaron su devoción y agradecimiento a la patrona. Tras la misa, se realizó una procesión por las calles del barrio, donde la imagen de la Virgen fue llevada en hombros por los devotos, acompañada de música y cánticos religiosos.
Danzas
Uno de los momentos más esperados de la jornada fue la presentación de diversos grupos de danza que mostraron sus habilidades y coloridos trajes en honor a la Virgen. Estos grupos, provenientes tanto de El Pilar como de Imués, deleitaron a los asistentes con bailes tradicionales que reflejan la rica herencia cultural de la región. La música, los pasos de baile y los atuendos llenos de vida crearon un ambiente festivo y lleno de energía.
«Fue un espectáculo maravilloso. Ver a los jóvenes y adultos bailar con tanta pasión y dedicación es un verdadero orgullo para nuestra comunidad», comentó, una residente de El Pilar que asistió al evento.
Además de las presentaciones de danza, la fiesta contó con una amplia variedad de comestibles que hicieron las delicias de los presentes. Platos típicos de la región, como el cuy asado, empanadas de pipián, tamales y la tradicional chicha, fueron parte del menú ofrecido a los asistentes. La gastronomía jugó un papel central en la celebración, permitiendo a todos disfrutar de los sabores autóctonos de la región.