Tribunal Administrativo del Magdalena inspeccionará si se realizan obras en Salamina

El abogado Miguel Martínez asegura que no se ha cumplido con el fallo y la comunidad continúa en peligro.

El próximo miércoles 16 de noviembre el Tribunal Administrativo del Magdalena viajará al municipio de Salamina para realizar una inspección ocular, con la que busca establecer si Invías, Cormagdalena y demás entidades cumplen con el fallo de acción popular.

Recordemos que, las obras de protección de orilla y mitigación se realizan en el municipio, golpeado por la erosión fluvial del río Magdalena, a raíz de una acción judicial instaurada por el abogado Miguel Martínez, quien presentó ahora último un incidente de desacato.

“Yo que soy el accionante no me han invitado. Formalmente me enviaron una carta, pero no hay viáticos. En la demanda el Tribunal no tuvo en cuenta los gastos que yo tuve en el proceso”, expuso Martónez.

De acuerdo con el jurista, a raíz de la inspección que hará el tribunal las entidades han salido a socializar unos proyectos que ya han compartido en anterioridad con la comunidad.  

En su momento la Sociedad Colombiana de Ingeniero -SCI- recomendó, en unos estudios que hizo la Universidad del Magdalena, que se hiciera una reubicación de la carretera, el tramo quitarlo de al lado del río, hacer una protección de orilla con seis espolones y dragar la Isla Tamarindo.

Toda la obra tendría un costo de 90 mil millones de pesos, los cuales estarían asegurados por la Nación.

Sin embargo, Martínez manifestó que todo ha cambiado debido a que hay un nuevo gobierno y tienen conceptos diferentes de las obras a realizar.

“Los 30 mil millones para dragar la Isla Tamarindo, ya el nuevo gobierno tiene otros criterios diferentes al anterior y esa plata se fue a otro lado. La idea era que se hiciera en dragado alterno con las obras de los espolones, pero no será así”, aseveró el abogado Martínez.

La visita del Tribunal es la que determinará si las entidades nacionales han hecho lo necesario para detener la erosión que se presenta, pues los habitantes de Salamina llevan dos años y medio esperando que el río deje de llevarse todo a su paso.