La excongresista también acusó a los senadores José David Name y Laureano Acuña.
Luego de esperar varios meses por las declaraciones de la excongresista y hoy prófuga de la justicia colombiana, Aida Mernalano, rindió testimonio ante la Corte Suprema, exponiendo ante los organismos de control del país, una presunta compra de votos por parte de las familias Char, Gerlein y los senadores Name y Acuña.
Merlano, entregó un detallado testimonio por más de 12 horas ante el magistrado auxiliar Carlos Alberto Pedraza, del despacho del magistrado Francisco Farfán, de la sala de instrucción de la Corte.
La excongresista empezó su intervención agradeciéndole a la Corte escuchar el testimonio que ella misma había solicitado entregar, para hablar sobre las empresas que servirían como fachada para la compra de votos en el Atlántico y, además, expuso el riesgo que corren sus familiares por lo que ella denunciaría a cerca de estas grandes familias políticas del país.
En la continuidad de las declaraciones, Merlano habló de las supuestas irregularidades que se presentaron en el allanamiento de su sede de campaña, razón por la que fue privada de la libertad. De la misma manera, se refirió a su fuga en el 2019, aduciendo que las familias Char y Gerlein la ayudaron a escaparse.
Puntualmente, se refirió a Julio Eduardo y Margarita Eugenia, hijos de Julio Gerlein y a los hermanos Fuad, Alex y Arturo Char, expresidente del Concejo y precandidato presidencial.
Asimismo, Aida Merlano reiteró que le hicieron un montaje para hacerla pasar como líder de una organización y que uno de los abogados de la familia Char, habría establecido comunicación con ella, con el objetivo de que no declarara en contra de ellos.
De acuerdo con el testimonio entregado, estas dos familias financiaron su campaña y la de Lilibeth Linàs en el 2018, pero según lo que señala, también se realizaron compras de votos en Cartagena y Santa Marta.
Por su parte, los congresistas Laureano Acuña del Partido Conservador y Jose David Name del Partido de la U, están salpicados en los escándalos de la compra de votos y fraude electoral.
Finalmente, Merlano continua prófuga de la justicia en Venezuela, luego de haber sido condenada a 11 años y 4 meses de prisión por corrupción y compra de votos para llegar al Senado en el 2018.