Seis meses con Transmecar llevaba trabajando conductor asesinado

‘Primo esto está duro’, le había comentado a un pariente con quien residía y que también es conductor.

John Pardo Castillo, conductor del transporte urbano de pasajeros, asesinado la tarde del domingo por las bandas de extorsionistas que operan en la ciudad, tenía seis meses vinculado laboralmente a la empresa transportadora Transmecar, en uno de cuyos vehículos fue ultimado en plena función laboral.

Aunque ya había trabajado en una oportunidad anterior con la misma empresa, regresó ahora con nuevo bríos y ganas de seguir adelante, comentó a los medios de comunicación de la ciudad Arturo Pinto, primo de la víctima y también conductor de dicha empresa.

John Pardo residía junto con su pariente, era natural de Bogotá y padre de dos hijos, uno que tiene en la capital del país y otro en Barranquilla.

“La última vez que hablamos fue precisamente de la seguridad, del trabajo que tenemos, de arriesgar la vida todos los días. Me dijo ‘primo esto está duro’”, agregó Pinto.

“Lo triste es que nos siguen dando a los conductores, y no vemos respaldo por ninguna parte. Uno sale todos los días, pero no sabe si va a llegar a su casa”, dijo también Arturo Pinto.

“Arriesgamos la vida sin saber cuando nos toque”, manifestó igualmente Pinto.

La muerte de John Pardo Castillo, que causó estupor en la ciudad mayormente en el gremio de transportadores, conductores y sus familias, desató la mañana de este lunes una serie de protestas que entorpecieron la actividad normal de la ciudad.

Hay bloqueos de vías con buses, y algunas empresas decidieron no salir a trabajar.

Sin embargo, se dio una reacción rápida de las autoridades con las capturas de dos presuntos relacionados con el crimen del domingo, el decomiso de la motocicleta utilizada y la incautación del arma de fuego probablemente empleada en el asesinato.

Por su parte el alcalde Jaime Pumarejo garantizó el patrullaje en la ciudad para prevenir nuevos hechos y la realización de un consejo de seguridad con altos mandos a fin de tomar medidas severas que ayuden a erradicar el fenómeno de las extorsiones y su secuelas homicidas.