En la madrugada de este 15 de julio, Soacha vivió una pelea campal entre hinchas y Policías.
Este 14 de julio Colombia vivió un momento histórico, después de 23 años la selección llegó a una final de la Copa América y en esta ocasión se disputaban el premio mayor con Argentina.
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Después de momentos de tensión y desesperación, hinchas bogotanos estaban invadidos por la tristeza tras un resultado de 1 – 0 a favor de Argentina, y muchos llenos de ira, tal y como se vivió en Soacha, en el parque principal del municipio, donde hinchas y Policías se agarraron en una fuerte pelea campal.
En algunos videos de redes sociales se puede observar como algunos ciudadanos atacan a los miembros de la Policía y como algunos uniformados, en grupo, atacan a ciudadanos a patadas.
Entre las primeras versiones se indica que se registraron ataques con arma blanca y lanzamiento de botellas y otros objetos contundentes. Las personas que resultaron heridas fueron trasladadas a centro asistencial en el municipio y han sido atendidas en el Hospital Mario Yanguas.
Cabe destacar que no fue solo este municipio el que se vio permeado por la violencia, pues en varias localidades de Bogotá, se vivieron escenarios similares, como en Bosa La Alameda, Bosa Centro y Kennedy. En estos puntos de la capital, la Policía Metropolitana tuvo que intervenir para restaurar el orden público y evitar más daños a locales comerciales de la localidad.
Por otra parte, y en medio de la tristeza por perder la Copa América, muchos hinchas que asistieron a ver el partido en el Movistar Arena, presentaron dificultades de transporte para volver a casa, no contaron con servicio de TransMilenio y las aplicaciones de transporte estaban colapsadas.
Entre los acontecimientos que marcaron este 14 de julio, algunos ciudadanos han resaltado que los hinchas colombianos no saben celebrar y tampoco perder, debido al comportamiento de varios bogotanos y sobre todo los enfrentamientos que se presentaron este domingo.
El alcalde de la ciudad, Carlos Fernando Galán, dispuso al rededor de 2.500 hombres de la Policía para reforzar la seguridad en Bogotá, haciendo un llamado previo a disfrutar en paz de la fiesta del fútbol. Sin embargo, hechos específicos mancharon la jornada que fue relativamente pacífica.