La lupa de las investigaciones se centra, principalmente, en la corporación Rottor – Motor de Innovación.
A casi cuatro meses de que se solicitara un acompañamiento «urgente» de entes como la Procuraduría y Contraloría sobre la corporación Rottor – Motor de Innovación, la Universidad Nacional detalló las medidas que ha tomado.
Esa intervención prioritaria la solicitó el profesor José Ismael Peña, previo a que Leopoldo Múnera fuera designado como rector y también le pusiera la lupa.
El plantel, hoy en cabeza de Múnera, afirmó que sigue buscando establecer la situación jurídica, financiera, contable y administrativa de las corporaciones adscritas. Esto, luego que meses atrás ‘saliera a la luz’ una presunta red de corrupción.
En su momento, una investigación de la revista Cambio aseguró que había un desvío de cientos de contratos en corporaciones sobre las cuales no habría la misma supervisión que tiene la propia institución. Este tipo de entidades (18) tienen como propósito fortalecer la ciencia, tecnología e innovación.
Medidas
La universidad asegura haber elevado recursos ante la Cámara de Comercio de Bogotá y la Superintendencia de Sociedades, radicar demanda contra la reforma a los estatutos y solicitud a la Secretaría Jurídica de la Alcaldía de Bogotá para un ejercicio de inspección y control.
«Parte de los esfuerzos se han enfocado en la reforma estatutaria que cambió la composición del Consejo Directivo (…), eliminó los límites de cuantía en la contratación (…) y estableció un proceso complejo para la remoción del representante legal (…); contempló transformaciones que afectan el control que debe ejercer la universidad«, aseguró la institución.
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La preocupación de la actual rectoría es que las modificaciones al estatuto pongan en riesgo la autonomía universitaria. Se estima que, en el caso de la corporación Rottor – Motor de Innovación, esta cuenta con un patrimonio de 3.000 millones de pesos.