Con un plan candado, integrantes del Inpec hacen la búsqueda de estas dos personas que se saltaron la cerca y huyeron del penal.
En un hecho que enciende las alarmas en los ciudadanos que habitan cerca a la cárcel La Picota. El Inpec notificó que hace pocos minutos se lograron fugar dos internos que se encontraba recluidos en el penal. Esto se habría dado aprovechando un aparente fallo en la vigilancia del centro penitenciario.
Según las primeras informaciones, los reclusos, cuya identidad aún no ha sido revelada, habrían escapado por una de las cercas del penal, burlando la vigilancia de los guardias y desapareciendo.
Información suministrada por el teniente coronel Daniel Fernando Gutiérrez Rojas, director del INPEC, revela que los hechos ocurrieron en la madrugada de este viernes 28 de junio. Dos personas privadas de libertad habrían burlado la seguridad del penal, sabotearon una cerca y emprendieron la huida.
El director de la entidad informó que ya se están llevando a cabo las investigaciones pertinentes para determinar si hubo complicidad por parte del personal de guardia en ese momento. Por ello, han solicitado el apoyo de la Procuraduría, “porque queremos ser transparentes y encontrar a los responsables de estas acciones tan lamentables”.
Además, destacó que junto con la Policía Metropolitana de Bogotá se ha desplegado un operativo para recapturar a los reos lo más pronto posible y así devolver la tranquilidad a la ciudadanía.
También se pudo conocer que uno de ellos estaba condenado a 13 años por los delitos de concierto para delinquir, tráfico y porte de armas, y solo le quedaban dos años para cumplir su condena.
Por su parte, su cómplice estaba condenado por homicidio y concierto para delinquir, y tenía una condena mucho más alta.
Las autoridades penitenciarias aún no han brindado un informe oficial sobre los detalles de la fuga. Se están revisando las cámaras de seguridad del penal para reconstruir los hechos y determinar cómo se produjo la fuga.
La fuga de estos dos internos ha generado gran preocupación entre la población, especialmente entre los familiares de otros reclusos en La Picota. Este hecho pone en tela de juicio la seguridad del penal, que ya ha sido escenario de otras fugas en el pasado.