Además, conectaría las cinco localidades más grandes de la ciudad: Suba, Engativá, Fontibón, Kennedy y Bosa.
La movilidad en Bogotá es uno de los principales retos para sus habitantes, quienes suelen gastar hasta dos horas en trancones. Sin embargo, una nueva propuesta promete revolucionar la manera en que los ciudadanos se transportan, especialmente aquellos de las localidades del occidente de la ciudad. Se trata de la posibilidad de navegar por el río Bogotá como un medio de transporte alternativo, lo cual no solo reduciría los tiempos de desplazamiento, sino que abriría una nueva alternativa amigable con el medio ambiente.
¿Por qué el río Bogotá como solución de movilidad?
El concejal de Bogotá Juan Manuel Díaz se refirió a esta innovadora propuesta, recordando cómo, en la década de los 40, el río Bogotá era navegable y se utilizaba como medio de transporte. Sin embargo, el crecimiento urbano desordenado y la contaminación hicieron que esta opción desapareciera. Actualmente, gracias a las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de Salitre y Canoas, que han recibido inversiones de más de 6 billones de pesos, el río está en proceso de recuperación.
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La visión de Díaz, plasmada en el Plan de Desarrollo Distrital bajo el lema «Bogotá camina segura», incluye la iniciativa «Bogotá también navega segura», la cual busca restaurar el uso del río Bogotá para conectar las cinco localidades más grandes de la ciudad: Suba, Engativá, Fontibón, Kennedy y Bosa.
¿Cuánto tiempo se reduciría el viaje al aeropuerto?
El concejal Díaz realizó un experimento para ilustrar el impacto de esta propuesta. Hizo el recorrido desde el puente de la calle 80 hasta el aeropuerto internacional El Dorado en 17 minutos a bordo de una embarcación por el río Bogotá. En comparación, el mismo trayecto puede tardar una hora y media en bus o una hora en taxi, sin contar los costos adicionales.
“En taxi el trayecto cuesta hasta 70 mil pesos y toma más de una hora, mientras que por el río Bogotá podríamos llegar en menos de 20 minutos, con embarcaciones ecológicas y sin congestión”, explicó Díaz.
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¿Qué falta para que sea una realidad?
Aunque el proyecto se encuentra en fase de factibilidad, Díaz destacó que no solo mejoraría la movilidad, sino que también contribuiría a la conectividad de 42 municipios en la cuenca del río Bogotá. Sin embargo, señaló la necesidad de una campaña de cultura ciudadana, para que los pasajeros respeten el medio ambiente y no contaminen el río arrojando basura.
Con esta propuesta, Bogotá podría ofrecer una alternativa de transporte eficiente y sostenible, reduciendo significativamente los tiempos de desplazamiento y mejorando la calidad de vida de sus habitantes.