Varios hombres increparon a dos mujeres obligándolas a hacer todo tipo de aberraciones.
Lo que se inició como una simple y divertida noche de copas entre amigos terminaría en una verdadera tragedia. Todo se dio luego de que dos muy buenas amigas se reunieran el 7 de diciembre del año 2011 en un prestigioso bar ubicado en el barrio Minuto de Dios, para poder conversar, tomar unos tragos para distraer la mente de sus rutinas.
En ese momento unos dos hombres que se presentaron como James y Pedro les invitaron unos tragos, y fácilmente entraron en confianza donde compartieron para bailar algunas canciones.
Momentos después los hombres quienes estaban en compañía de otros de sus amigos las invitaron a cenar a un restaurante en cercanías del lugar, donde las dos mujeres aceptaron sin ningún problema ya que anteriormente ya habían hecho planes de salir en otra ocasión e intercambiado números ya que ellas confiaron que eran personas con buenas intenciones.
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Una vez se terminó la cena, ella y su amiga que, sobrepasaban los 40 años, decidieron aceptar la invitación a la casa de estos hombres quienes fueron muy cordiales ya que allí tomaron unas cuantas copas acompañado de música mientras sostenían una amena conversación.
Momento en que comienza la tragedia
Todo transcurría de manera normal, cuando una de las mujeres pidió el baño prestado, en ese momento, James, la siguió hasta comenzar a quitarla la ropa y tomándola por la fuerza la asechó hasta que la abusó sexualmente. Pensando que ya todo había culminado, otro hombre entró y ahorcándola la amenazó diciéndole que, si no cumplía sus pretensiones, la iba a matar.
Pero a este baño también ingresó Pedro y otras tres personas que también abusaron de ella. Mientras que su amiga, en otra habitación de esta casa del terror, también vivía una situación similar, pues la amarraron de manos y carnalmente accedieron otros cinco individuos.
Se defendieron y salieron como pudieron, sintiéndose completamente vulnerables, pero llenas de valentía, interpusieron la demanda por lo que había pasado, pero estos sujetos ya habían emprendido la huida, pero gracias a las investigaciones, fue solo hasta el año 2015 donde tres de ellos fueron capturados y judicializados.
Las evidencias eran muy claras, pero pese a todas las pruebas que habían en su contra, los hombres señalaron siempre que eran inocentes, donde aseveraron que todo había sido consensuado, justificando que si ellas habían aceptado ir a la casa de uno de ellos es porque querían sostener relaciones sexuales con ellos, algo que revictimizó a las mujeres.
El sujeto que fue identificado como Francisco Leonidas Pérez Asprilla, quien se presentó como James, en su audiencia dentro de la Corte Suprema de Justicia, intentó demostrar que era inocente, pero esto fue negado por el tribunal por los elementos probatorios que había en su contra.
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Las mujeres, ante la investigación del CTI de la Fiscalía lograron identificar a sus agresores quien con voz intimidante puso a una de ellas en una posición sexual desagradable para la situación que vivía la mujer y le dijo que “la iba a violar por todo lado (…) porque de acá no van a salir vivas”.
Pero como si se tratara de una película de terror, este sujeto instó a los otros acompañantes a que siguieran las agresiones contra estas mujeres. Por lo que fueron las pruebas de ADN adscritas al informe de Medicina Legal las que concluyeron que este hombre sí había participado del abuso ya que se hallaron muestras mezcladas de más de dos personas al interior de un preservativo.
Por último, el fallo de segunda instancia aumento una condena de 15 años de prisión sin posibilidad de salida por fianza.