Desde Pereira, Dosquebradas o Santa Rosa, se logró ver en las últimas horas la majestuosidad del Volcán Nevado del Ruiz emitiendo grandes columnas de ceniza.
Por lo anterior, la Gobernación de Risaralda informa a los risaraldenses que, el nevado sigue en alerta amarilla y que se continúa en comunicación permanente con el Servicio Geológico Colombiano, SGC, para tomar acciones preventivas.
“Los volcanes tienen cuatro estados y/o niveles de actividad: el verde, que significa que el comportamiento está estable, el amarillo, que indica que hay cambios en el comportamiento de la actividad volcánica, el naranja que manifiesta una probable erupción en término de días o semanas y el rojo que indica una erupción inminente”, explicó Diana Carolina Ramírez Laverde, Coordinadora Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.
Recordó la funcionaria que, históricamente, hace más de 35 años, el Volcán Nevado del Ruiz ha tenido tres etapas. La primera inicia desde 1984, la posterior erupción el 13 de noviembre de 1985 y que se extendió hasta 1991. En la segunda etapa, de 1991 a 2010, primó el reposo. De 2010 a 2022 el volcán ha tenido actividad eruptiva explosiva y efusiva, reportando más de 15 eventos, especialmente entre 2014 y 2017.
Por su parte, Gloria Patricia Cortés, Coordinadora del Observatorio Vulcanológico de Manizales, manifestó que, ”La particularidad de la ceniza de ayer fueron tres cosas, primero, que estaba despejado, segundo, que el nivel energético de la actividad sísmica fue un poco mayor y que el viento estaba con una velocidad baja, entonces por eso se vio más alta de lo normal, porque normalmente tiene una dispersión hacia el occidente , es decir, la columna se tiende o se acuesta, entonces fueron estos tres parámetros confluyeron y obviamente lo que referimos es que cuando no las vemos no es que no esté ocurriendo, en la noche de ayer ocurrieron otras, normalmente en el día son varios pulsos”.
Teniendo en cuenta lo anterior, desde la Gobernación de Risaralda se hace un llamado a las autoridades municipales, los organismos de socorro y las comunidades, para que estén atentos para desarrollar y ejecutar los planes de acción generados desde los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres.