Una vez empezó a llegar este martes el agua desbordada del río Risaralda a las viviendas ubicadas en el norte del municipio de La Virginia, solo pasaron 30 minutos aproximadamente para que las inundaciones ya tuvieran cerca de metro y medio de altura.
Los damnificados de esta tragedia expresaron que esos momentos fueron angustiantes y la mayoría buscó ponerse a salvo junto a sus familiares y no alcanzaron a evacuar los enseres de sus viviendas, por lo que cuando el nivel del agua disminuyó y pudieron regresar a sus casas, las pérdidas materiales eran muy grandes y han tenido que botar todo lo que se dañó, principalmente camas, colchones, muebles y electrodomésticos.
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Aunque miles de personas de Pereira, otros municipios de Risaralda y otras ciudades del país se han movilizado para hacer llegar ayudas humanitarias a La Virginia, son miles de familias las que no cuentan hoy con camas, neveras y otros elementos necesarios en los hogares, por lo que están haciendo llamados a las autoridades para que les ayuden durante esta crisis que suscitó la inundación.