Un vehemente llamado realizó la gerente de Ukumarí, frente a la práctica de algunas personas de tener animales silvestres como mascotas.
Un puma, encontrado al lado de su mamá muerta, y otro hallado dentro de un guacal, son los dos nuevos integrantes de la familia del bioparque Ukumarí de Pereira.
Sin embargo, aunque se les dio la bienvenida a estos dos mamíferos bebés para su cuidado y protección, la gerente del bioparque, Sandra Correa, hizo un nuevo llamado a las personas para que no tengan en sus viviendas mascotas que son calificadas como fauna silvestre.
“Vemos con tristeza que las personas siguen teniendo animales como mascotas. Y no solo pumas bebés, como en este caso, sino también tortugas, serpientes y nutrias”, dijo puntualmente Correa.
El puma es el cuarto felino más grande del planeta y una especie carnívora. Los que llegaron al bioparque son bebés y deben ser enseñados por su mamá a defenderse solos en el bosque. En este caso, la autoridad ambiental los entregó Ukumarí porque no están entrenados y no hay un programa de rehabilitación especializado en ese sentido.
Los pumas llegaron a Ukumarí provenientes de Amva, la Corporación Ambiental del Área Metropolitana del Valle de Aburrá. A uno de ellos lo encontraron en Copacabana abandonado cerca de un parque metido en un guacal, y al otro, en una finca en Montería, junto a la mamá que estaba muerta.
El bioparque los recibe para ser cuidados de manera profesional y para que una vez estén listos puedan convivir con otros de su especie en este escenario natural.
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