Después de una jornada exitosa, el director Julio César Gómez Salazar y el equipo profesional de la CARDER, liberaron un ocelote que se encontraba en proceso de rehabilitación.
Luego de 8 meses en cautiverio, y gracias a un trabajo incansable de recuperación, desimprontación y rehabilitación por parte de los biólogos, cuidadores y profesionales adscritos a la Corporación Autónoma Regional de Risaralda y la APAP; se logró con éxito la liberación de un ocelote con una edad aproximada en el momento de la incautación de 1 año, devuelto a su hábitat natural, en una zona ubicada en nuestro maravilloso Chocó biogeográfico.
El Leopardus pardalis o comúnmente llamado ocelote, tigrillo o canaguaro; es una especie que pertenece a selvas tropicales húmedas, matorrales secos y espinosos, sabanas, ciénagas y pantanos. Mayormente se encuentra en hábitats boscosos y ocasionalmente cerca de plantaciones de cacao y café en el pacifico y zona central de los Andes. El ocelote es una especie con conducta depredadora y por este motivo se recomienda al humano tener distancia de fuga, desarrollo del miedo y mejor locomoción y condición corporal óptima.
La zona de liberación se eligió de acuerdo a diferentes características: ocurrencia, es decir, que haya registros históricos de la especie en la zona, disponibilidad de alimento, conectividad, estructura vegetal y distancia a centros poblados.
El director de la Autoridad Ambiental del departamento, Julio César Gómez Salazar; quien realizó acompañamiento en la liberación, resalta: “Aprovecho la oportunidad para hacerle un llamado a la comunidad, a los que todavía insisten en tener fauna silvestre; el papel de estos individuos en los ecosistemas es diferente al de ser mascotas de compañía o animales de exhibición. Ellos cumplen un papel extraordinario en todo lo que se llaman los equilibrios biológicos de estos ecosistemas, y son encargados de que especies que se pueden convertir en especies parasitas y que pueden entrar en conflicto con otras especies, bien sea de la fauna o de la flora, ellos producen esos equilibrios. Por eso el ocelote como muchas otras especies son los que denominamos ‘Especie Sombrilla’; que no solo es la justificación sine qua non para seguir cuidando estos ecosistemas, sino que también nos ayudan a los equilibrios necesarios para mantener la salud de estos sitios que finalmente son los que van a salvar el planeta de este terrorífico cambio climático, que todavía la ciencia no sabe cuales son las decisiones a tomar”.
Cabe mencionar que el proceso de liberación de fauna silvestre, hace parte fundamental del proyecto misional de la Corporación Autónoma Regional de Risaralda, enmarcado dentro del programa de Gestión de la Biodiversidad y Ecosistemas del departamento, en el proyecto de Conservación de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos, dentro de las áreas protegidas en la atención de fauna Silvestre atendida en el hogar de paso.