Desde el pasado 14/07/2023 nuestra comunidad ha sido estremecida por la desaparición de Diana Marcela Camargo Castañeda, una mujer valiosa para sus seres queridos y amigos. Ante esta lamentable situación, me dirijo a la opinión pública para expresar mi más profundo apoyo a la familia de Diana y para instar a las autoridades a realizar todos los esfuerzos necesarios para resolver este caso lo más pronto posible.
La seguridad de nuestros ciudadanos es un pilar fundamental para vivir en una sociedad justa. Ningún esfuerzo será escatimado para garantizar que Dosquebradas sea un lugar seguro y pacífico para todos sus habitantes. Los crímenes y la violencia que afectan a nuestras comunidades deben ser enfrentados con firmeza y determinación. Según cifras de Medicina Legal a través de la plataforma SIRDEC, en Risaralda son más de 4.000 personas reportadas como desaparecidas, de las cuales 212 están clasificadas como desaparición presuntamente forzada.
La desaparición de Diana Marcela Camargo Castañeda, no puede contribuir a estas cifras y pone de manifiesto la urgente necesidad de proteger los derechos y la integridad de todas las mujeres en nuestra sociedad. Ninguna mujer debería vivir con temor a ser víctima de violencia o desaparición. Es nuestro deber como sociedad promover y garantizar la igualdad de género, brindando espacios seguros para que todas las mujeres puedan desenvolverse libremente y sin miedo.
Hago un llamado a la solidaridad y al compromiso de todos los ciudadanos para colaborar con las autoridades en el proceso de búsqueda y esclarecimiento de los hechos. La unión de la comunidad es vital para dar con el paradero de Diana y brindar apoyo emocional a su familia en estos momentos difíciles.
Además, es imperativo que las autoridades realicen una investigación exhaustiva y transparente, utilizando todos los recursos disponibles para resolver el caso. La prontitud en la resolución de situaciones como esta es esencial para preservar la confianza de la ciudadanía en nuestras instituciones y en el sistema de justicia.
Hoy, mi corazón y solidaridad están con la familia de Diana Marcela Camargo Castañeda. Les envío fuerza y esperanza en este difícil momento, y deseo con fervor que Diana regrese sana y salva con sus hijos. Unidos como comunidad, lograremos superar este desafío y construir un futuro más seguro y equitativo para todos.