El resguardo indígena de Flor del Monte, del municipio de Belén de Umbría, fue el primero en acceder a vacunarse y los integrantes de esa comunidad recibieron la vacuna Janssen.
Sin embargo, luego de esto se conoció un audio de un líder indígena del municipio de Pueblo Rico en el que amenazaba con retener a los vacunadores que llegaran hasta el resguardo, quitarles las vacunas y ponerlos en el cepo durante 48 horas.
Por su parte, el gobernador de Risaralda, Víctor Manuel Tamayo, rechazó estas amenazas contra el personal de salud y aclaró que las vacunas solo se aplicarán bajo la voluntad de las comunidades indígenas, no obstante, anunció que van a reforzar los diálogos pedagógicos con estas personas debido a la importancia de prevenir muertes a causa del COVID-19.
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«Veo en la autoridad indígena toda la disposición de avanzar en un diálogo que, con el respeto nuestro, nos permita en una actitud conciliada llegar a aplicar la vacuna a los resguardos indígenas, siempre bajo la voluntad de ellos, que es muy importante para nosotros, pero siempre desde la puesta nuestra que la vacuna es el medio efectivo para evitar las muertes en nuestro departamento”, indicó Tamayo.
En Risaralda ya son cerca de 250 mil personas las que cuentan con el esquema de vacunación completo, lo que representa al 25 % de la población del departamento.