A los 81 años de edad murió el escritor y periodista Pedro Claver Téllez, considerado uno de los más destacados y rigurosos cronistas colombianos del último siglo. Reconocido por que sus historias se enmarcaron en los orígenes del conflicto armado colombiano durante los años 40 y 50.
Su muerte se originó debido a una falla renal y ocurrió en la clínica universitaria, en Bogotá, ayer lunes en horas de la mañana.
Durante su carrera como cronista fue considerado por muchos como el biógrafo de los bandoleros colombianos. En sus historias que terminaron plasmadas en libros como también en algunos guiones, contó la vida de personajes como Efraín Gonzales, Sangre negra, Chispas, Desquite e incluso la llamada Sargento Matacho. Todos ellos protagonistas de la violencia, bien como víctimas o victimarios.
Entre los trabajos más destacados de Pedro Claver se encuentran La hora de los traidores, La guerra verde: treinta años de conflicto entre los esmeralderos, La Pola, espía patriota, Crónicas de la vida bandolera, Charro Negro: el asesinato que dio origen a las FARC, entre muchos más.
Nacido en Jesús María, Santander, siempre fue un gran lector y amante del cine. Buscó en sus investigaciones llegar al origen del mal en la condición humana. Durante su carrera como periodista estuvo en repetidas ocasiones en los campamentos de integrantes de todos los grupos guerrilleros colombianos.
Escribió sobre las secuelas de bandoleros y ya ancianos se entrevistó con muchos de ellos. También hizo varios reportajes de la zona donde se libró la guerra de las esmeraldas y conoció a todos sus protagonistas.
Como periodista escribió para la revista Cromos y estuvo al lado de otros reconocidos cronistas colombianos como Ligia Riveros, Antonio Morales, Laura Restrepo.
También trabajo para la revista Cambio 16 y en El Tiempo. Durante los años 80 estuvo visitante varias veces Armenia y a Calarcá, para escribir la vida de Carlos Ledher Rivas, ex narcotraficante colombiano que hizo parte del Cartel de Medellín.
Al respecto Pedro Claver aseguró en su momento:
“Publiqué un extenso reportaje que no gustó y me hicieron un atentado. Saliendo de Cromos, en la calle 70, abajo de la carrera séptima, iba a coger la buseta en la carrera 11 cuando un hombre me disparó. Falló. Me devolví a la revista y le propuse al gerente que me ayudara a irme a México. Vendí todo lo que tenía. Y me fui un año a un país que amaba, y sigo queriendo, por su música, por su cine, por sus escritores, por su historia. Un año maravilloso”.
Hacer cuatro años durante una visita que hizo al Quindío, fue entrevistado por el periodista Manuel Gómez Sabogal para el programa de televisión Al calor de un café. En el Quindiano les compartimos la entrevista.
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