Los fogones de leña poco a poco están quedando atrás para darle paso a las estufas ecoeficientes y beneficiar a las familias caficultoras del departamento del Quindío, así como al medio ambiente que se ha visto afectado por la tala de árboles y la salud, debido a las partículas contaminantes que posee el humo como el benceno, formaldehído, acroleína e hidrocarburos aromáticos policlínicos y que son inhaladas, especialmente, por las mujeres que durante muchos años han cocinado de esta manera.
“Nos ha ido muy bien, son unas estufas muy buenas, muy económicas, nos ha servido mucho y lo bueno es que no ahúman como tal la casa y nos aporta a la salud”, resaltó Isabel Léon, una de las beneficiarias de la iniciativa.
Este proyecto ha logrado llegar a las zonas más apartadas y con difícil acceso en la región, donde la población no cuenta con gas natural ni propano, por lo que “buscamos llegar, impactar socialmente y mejorar la calidad de vida de toda una familia”, destacó Miguel Ángel Mejía, director administrativo de Desarrollo Social Sostenible de la Gobernación del Quindío.
De acuerdo con el gobernador del Quindío, Roberto jairo Jaramillo, ya se han entregado 160 estufas, y se espera que sean 200 más. “La idea es que sigamos avanzando, que los gobiernos venideros puedan tener este tipo de programas que cuiden el medio ambiente y la salud de estas mujeres, que tradicionalmente a los 40 años ya sufren de enfisemas pulmonares”.
Así pues, dentro de los beneficios ambientales de estas herramientas, se destaca que necesitan menos leña que una estufa convencional, reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y propician la conservación de los bosques estratégicos para las fuentes hídricas y los espacios donde se unen dos o más ecosistemas.