En Armenia, el transporte público atraviesa una crisis que afecta tanto a empresas como a usuarios. Según Omar Aristizábal, gerente de Buses Armenia, el 35% de la flota está fuera de circulación debido a la escasez de conductores, una problemática que se arrastra desde hace años y que limita gravemente la capacidad operativa. Esta situación no solo impacta las finanzas de las empresas, sino que también altera la dinámica económica de la ciudad.
El déficit de operadores de buses se ha agudizado con la implementación de la jornada laboral reducida, lo que ha incrementado los costos de contratación y desmotivado a potenciales trabajadores. Liliana Rugeles, gerente de Tinto, calificó la situación como “muy preocupante”, pues la informalidad sigue ganando terreno en toda la ciudad. A pesar de los esfuerzos conjuntos con la administración municipal para realizar operativos de control, la falta de personal impide enfrentar eficazmente este problema.
Por otro lado, Aristizábal señaló que la demanda de usuarios ha disminuido considerablemente. Factores como la congestión vehicular, el mal parqueo y la falta de rutas en algunos sectores han provocado que muchos habitantes opten por otros medios de transporte.
Precisamente, debido a los paraderos congestionados, la omisión de señales de tránsito, el alto volumen de vehículos que circulan por la ciudad, el mal parqueo y la limitada cobertura del servicio de buses urbanos en varios sectores, algunos habitantes han expresado que en los últimos meses sus desplazamientos toman más tiempo, lo que les ha impedido llegar puntualmente a sus destinos. “A veces pienso que llego más rápido caminando. La ciudad está congestionada, y cuando pasa la ruta, no para”, expresó un ciudadano. Otros residentes, como un habitante del barrio Granada, se quejan de tener que caminar largas distancias para encontrar un paradero: “No estoy a gusto con el servicio de buses”.
Además, varios pasajeros aseguran que la calidad del servicio no justifica el costo del pasaje. En muchas ocasiones, deben esperar más de 30 minutos por un bus, lo que retrasa sus actividades cotidianas.
Esperanza en el SETP
Aunque la situación actual parece sombría, el próximo Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) promete mejoras significativas. Este proyecto contempla la integración de herramientas tecnológicas como aplicaciones móviles con información en tiempo real, medios de pago electrónicos y una cobertura más amplia de rutas. Los usuarios podrán pagar con códigos QR, billeteras virtuales y tarjetas bancarias sin costo adicional por transacción, lo que facilitará los desplazamientos.
Sin embargo, para que estas mejoras sean efectivas, será crucial abordar la falta de conductores y la informalidad. De lo contrario, el avance tecnológico podría quedar eclipsado por las dificultades estructurales que enfrentan las empresas de transporte público en Armenia.
Mientras tanto, los ciudadanos esperan soluciones inmediatas que les permitan llegar a tiempo y con comodidad a sus destinos, confiando en que el SETP logre transformar de manera positiva la movilidad en la ciudad.