La salud en el departamento del Quindío se encuentra en riesgo de una crisis sin precedentes debido a la situación financiera que enfrenta la Clínica La Sagrada Familia, uno de los centros de salud más importantes de la región, que garantiza la atención médica para miles de usuarios de Nueva EPS. El problema central radica en un incumplimiento de pagos por parte de la EPS, que ha dejado a la clínica sin los recursos necesarios para seguir operando de manera efectiva.
Según una carta dirigida al agente interventor de Nueva EPS, Julio Alberto Rincón Ramírez, por Neydi Viviana Jaimes Leguizamón, gerente nacional y representante legal de la clínica, se revela la complejidad de una problemática que podría desencadenar en una situación de emergencia en la atención de salud para la población del Quindío y departamentos aledaños.
La misiva detalla que, aunque en una reunión celebrada el pasado 17 de octubre de 2024 ambas partes acordaron un pago adicional de $8,000 millones de pesos para garantizar la continuidad del servicio, este compromiso no fue cumplido. A este monto se le suman $115,346 millones pendientes de pagos acumulados, una cifra que representa los servicios prestados a los usuarios de Nueva EPS y que la clínica aún no ha recibido.
La gerencia de la Clínica La Sagrada Familia ha advertido que la falta de estos recursos ha puesto a la institución en una situación límite. En su carta, Jaimes Leguizamón explicó que la institución ha agotado todas sus reservas para continuar operando y brindando atención a los usuarios de Nueva EPS, incluso absorbiendo los costos de la atención que otras IPS han negado a estos pacientes.
“Si yo no garantizo el pago mensual, permanente y continuo de conceptos básicos y esenciales como el oxígeno y los hemoderivados, el día de pago respectivo nos bloquean los despachos y suministros,” se lee en el documento. Esto refleja que la situación ha afectado no solo a los recursos operativos generales sino a elementos críticos que son necesarios para salvar vidas. La falta de pagos limita la adquisición de medicamentos, equipos médicos y servicios esenciales, lo que compromete la capacidad de la clínica para garantizar la atención adecuada y oportuna que requieren sus pacientes.
La problemática se agrava aún más debido a la incertidumbre de los pagos futuros. Según la carta, la Clínica La Sagrada Familia ha sido informada de que en noviembre no se realizará un giro directo a través de la Ley de Medios de Administración (LMA), lo cual representa un segundo incumplimiento en pocos meses. La falta de este recurso adicional, de acuerdo con la clínica, amenaza con agravar aún más la situación financiera, impidiendo cubrir los costos necesarios para operar con normalidad.
Por esta razón, la institución solicitó a la Nueva EPS un giro mínimo adicional de $30,000 que a la fecha no se ha concretado y a partir de hoy 6 de noviembre solo atenderán urgencias vitales de los usuarios de de la EPS mencionada.
Para algunos usuarios de Nueva EPS, la situación se traduce en una verdadera pesadilla. Pacientes que dependen de tratamientos continuos y especializados, como aquellos que requieren terapias para enfermedades crónicas, podrían verse gravemente afectados. La falta de pago no solo tiene consecuencias inmediatas en la atención, sino que también profundiza la vulnerabilidad de una población que depende de estos servicios esenciales para su bienestar.
Desde la Clínica La Sagrada Familia lamentaron esta situación y esperan que desde la Nueva EPS se hagan cargo de los compromisos establecidos para garantizar el servicio a todos los usuarios.