De acuerdo con el contratista encargado de los ajustes en La Ínsula, el daño se debió al paso de vehículos con un peso mayor a la capacidad admisible de carga. Esto, sumado al incremento del flujo automotor y las lluvias que azotaron al departamento al final del 2020 y en lo que va de este año, deterioró significativamente la estructura y llevó al cierre total el 5 de febrero del presente año.
El puente se reparó, pero para tener un efectivo sostenimiento, se recomienda restringir el tránsito de carga a máximo 18 toneladas. Asimismo, el paso de carros sólo se habilitará una vez fragüe el concreto (sábado 8 de mayo) y hasta tanto, únicamente pueden circular motos, bicicletas y peatones.
Las últimas intervenciones antes de la reapertura del puente incluyeron el reemplazo de una platina en el módulo 1 y recuperación del alma de la viga longitudinal, para completar la formaleta para el armado del acero de refuerzo, y posteriormente vaciar el concreto de la nueva placa del piso en los módulos 1 y 2.