Un juez lo condenó.
A la Sala de Reflexión o también conocidos como calabozos de la Fiscalía, ubicados en el Centro Administrativo Municipal de Itagüí (CAMI), se acercó César Augusto Rojas Gutiérrez, quien llevaba elementos de aseo para entregárselos a un hombre privado de la libertad.
Sin embargo, los funcionarios de la Policía Nacional, al verificar el contenido, encontraron que también había dos toallas y en las costuras del borde o ruedo de una de ellas estaban escondidas 20 bolsas plásticas transparentes y selladas, que contenían una sustancia de color blanco, que se asemejaba a la base de coca. Y debajo de la costura del borde o ruedo de la otra toalla había 12 bolsas transparentes pequeñas selladas, que contenían una sustancia en polvo de color rosado, con características similares al “tusi”.
Tras las pruebas de identificación preliminar homologada (PIPH) se determinó que las sustancias eran positivas para cocaína y sus derivados, y también positivas para anfetaminas, con un peso neto de 16 gramos y 7.8 gramos respectivamente.
Por decisión del Juzgado Primero Penal del Circuito de Itagüí, Rojas Gutiérrez fue condenado a dos años y seis meses de prisión por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
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Condenado por esconder bazuco en un taxi
Los hechos ocurrieron en el barrio 19 de Abril del municipio de Itagüí, donde uniformados de la Policía, que adelantaban labores de patrullaje, fueron alertados sobre una persona que se movilizaba en un taxi con actitud nerviosa y sospechosa.
De inmediato, los policías interceptaron el vehículo en la calle 36 con carrera 71, en el barrio San Gabriel, y cuando le piden al hombre, identificado como Jhon Jairo Mesa Monsalve que descienda del vehículo, los uniformados encontraron que tenía en su mano derecha un bolso de color azul oscuro, en cuyo interior había una bolsa verde que contenía bazuco.
La sustancia fue incautada y sometida a prueba de identificación preliminar homologada (PIPH) y se pudo constatar que resultó positiva para cocaína y sus derivados, con un peso neto de 725,9 gramos.
Por estos hechos, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Itagüí condenó a Mesa Monsalve a cuatro años y cinco meses de prisión, por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.