Durante 8 años, Riana, una canina militar, sirvió al Ejército Nacional desde la especialidad de antiexplosivos.
Su trabajo durante este tiempo fue impecable y reconocido en una ceremonia de retiro en la que fue entregada, en calidad de adopción, a una familia de Medellín.
En el homenaje ingresó por una calle de honor al Cantón Militar de la Cuarta Brigada, pues esta sería la última vez que sus patas pisarían las calles de este espacio, la última vez que cumpliría la misión de detectar cualquier explosivo en el primer anillo de seguridad de la guarnición militar.
Su guía e instructor en estos dos últimos años fue el soldado profesional Robinson Vásquez, él no se quería separar de ella, la acaricia por última vez dentro del cantón militar. Asimismo, con la correa bien sujetada, le dio a entender que estará con ella, así ya esté con su nueva familia adoptante.
«Con Riana teníamos una rutina como levantarnos tipo 5:00 – 5:30 de la mañana, buscar desayuno, el de ella, el mío, y de ahí sí laborar, tipo 10:00 de la mañana pasar al descanso, eso era lo de todos los días, ella vivía pendiente de mí, porque yo podía estar trabajando normalmente con ella, aquí o allá y ella es muy noble, busca el cariño de la gente, de quien esté ahí cerca, eso va a quedar en la memoria» contó su guía.
Riana llegará a una familia antioqueña que ya ha tenido la experiencia de adoptar a caninos militares en retiro. Julio César Mariano, su adoptante y exmilitar en uso del buen retiro, sabe que un amigo como estos llega para alegrar la vida.
«La vamos a recibir con aprecio y cariño, hace rato queríamos este objetivo y lo logramos, para nosotros es algo muy especial, muy acogedor, es como cuando uno sale de la guerra, le dan una adaptación a la vida civil, entonces siempre lo hacemos con ellos».
Riana durante su servicio en el Ejército Nacional se destacó no solo por su nobleza, sino por su impecable trabajo en la detección de explosivos, tal y como lo afirma el Coronel Hugo Harvey Castro, Comandante Batallón de ASPC No 4 Cacique Yariguíes.
«Nuestra unidad lleva 8 años con este canino efectuando labores de antiexplosivos y definitivamente ha sido un imperativo fundamental ya que durante su guardia no tuvo ninguna novedad especial, por el contrario, tuvimos casos en algunas ocasiones donde se hacen pruebas de vulnerabilidad y algunas situaciones que hacen nuestros miembros del Ejército con el fin de mantener su pericia y esto contribuyó a que hiciera todos los trabajos de tal manera que los detectara».
Riana nació un 17 de marzo de 2014 y, durante sus 8 años de servicio militar, tuvo grandes logros como la detección de más de un millón de paquetes que contenían en su interior sustancias explosivas y también la inspección de más de un millón de vehículos.
Riana también recibió la Medalla Militar por Tiempo de Servicio Activo de las Fuerzas Militares.
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