Cada día crece más la preocupación en la catedral Basílica Metropolitana, literalmente las personas en condición de calle se la están comiendo a pedazos, y sus alrededores fueron convertidos en una letrina pública; a esta problemática se le suma la inseguridad en el sector.
Los alrededores de la catedral se han convertido en el lugar preferido para que personas en condición de calle extraigan ladrillo y mezclarlo con sustancias alucinógenas.
A los alrededores de esta parroquia se sientan los fuertes olores, se ve el excremento humano en los rincones, los frascos de sacol tirados en el suelo y basura en cada rincón.
En las paredes, los huecos ya amenazan con pasar de lado a lado y dan cuenta de la manera como extraen el cemento para hacer rendir las sustancias alucinógenas que se consumen en el sector donde, además, los hechos de inseguridad están en aumento, todo derivado de diferentes factores, entre ellos, las comodidades que tiene en esta zona de la ciudad las personas en condición de calle, a quienes constantemente las personas les llevan alimentos y les dan limosna, gestos que en otros lugares serían humanitarios, pero en este lugar son contraproducentes.
Se trata de una problemática social que en años anteriores era manejable, pero que con el crecimiento poblacional cada vez está más desbordada y requiere atención urgente, así lo aseguran los transeúntes.
En la actualidad, hay tres proyectos con los cuales se esperan recuperar este espacio de ciudad; el primero es mejorar la iluminación; el segundo, el sonido; y el tercero, la fachada y alrededores con un sellamiento como lo estuvo en años anteriores
La catedral fue inaugurada en 1931, declarada patrimonio en 1982, los bajantes y las puertas con el paso del tiempo han tenido que ser cambiadas por cuenta de los hurtos, pero también taxistas que parquean sus vehículos e ingresan a estas zonas hace sus necesidades.
Aseguran algunos habitantes que la situación empeoró cuando en administraciones anteriores hicieron la renovación de este parte, porque quitaron los baños públicos, el párroco hizo un llamado para evitar que se siga afectado un símbolo de la región en Medellín
Ante esta realidad, las autoridades anunciaron que avanzan en un plan que pretende recuperar la seguridad y las condiciones de este Monumento Nacional.
De acuerdo con José Acevedo, secretario de Seguridad de Medellín:
«Ya estamos trabajando con Inclusión Social para evitar que se generen daños, además, porque es patrimonio de la Nación».
Son 92 años de historia que guarda esta Catedral, ubicada el centro de Medellín, y que la comunidad católica espera se puedan recuperar.