“El carro pasa y eso en minutos está lleno otra vez. Es que por acá son muy cochinos y eso como que nunca va a tener arreglo”. Lo dice sin tapujos un hombre que intenta pasar el separador de la carrera 65 con calle 25, en Barrio Antioquia, donde el olor a lixiviado ahoga y los moscos abundan en el aire.
Y sí, es un eterno problema como lo dicen vecinos y comerciantes de todo el corredor de la carrera 65, uno de los 115 puntos críticos identificados por Empresas Varias, como los sectores que están afeando a Medellín.
“El compromiso ciudadano tiene que ser total, la cultura ciudadana del aseo tiene que primar en la ciudad de Medellín. Hacemos una recolección de acuerdo con los recorridos y horarios establecidos y hacemos horarios extendidos en materia de recolección, por eso hacemos un llamado a la ciudadanía para que se concienticen en el manejo de los residuos”.
Alejandro Gallego, gerente de Empresas Varias.
Y las estrategias están al orden del día, ubicando contenedores para que al menos las personas depositen allí sus residuos, algo que ha venido funcionando muy bien en algunos barrios de la ciudad, donde el carro recolector no entra, como en las unidades residenciales de la ciudadela Nuevo Occidente.
También se hacen recolecciones periódicas, incluso más de 2 veces al día en zonas comerciales, pero el problema, insiste el gerente, es que muchas personas aún siguen sacando a destiempo los residuos, sumado al hecho de habitantes de calle que rompen las bolsas para buscar bien sea algo para comer o incluso reciclaje para vender y riegan los residuos por la calle.
Según Emvarias, hay puntos críticos como Moravia, los alrededores de la avenida del río y el corredor de San Juan y de la carrera 65, donde también dejan escombros, cuya disposición no se puede combinar con residuos orgánicos o materiales aprovechables.
“Hay que identificar que estos temas son por indisciplina ciudadana y que la mayoría de las personas sí le apuesta a hacer actividades de aprovechamiento. Tenemos que identificar que hay personas malintencionadas o con indisciplina que no nos ayudan con el tema y por eso no podemos perder la perspectiva”, concluye el gerente de Emvarias.
Solo el año pasado se recogieron en Medellín 560 toneladas de materiales aprovechables, todo esto en los llamados Puntos Naranja, que son contenedores donde cualquier persona puede llevar allí estos residuos, o también elementos como aceite de cocina usado, baterías y hasta medicamentos vencidos, ya que en estos lugares se les da el manejo adecuado.
Ayer, con la puesta en funcionamiento de un Punto Naranja en la Placita de Flórez, ya son 7 los puntos donde se puede hacer esa disposición de estos residuos.
Según trascendió, la fase que se opera actualmente en el relleno sanitario La Pradera tiene una vida útil hasta el 2023. Explicó la gerencia de Emvarias que se solicitó una nueva licencia para ampliar la operación de este lugar hasta el 2030.
Hay que precisar que el relleno La Pradera sirve para disponer los residuos de Medellín y 39 municipios más del departamento.
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