Lo que Marllay Sarrazola tuvo que vivir el pasado domingo no se lo desea a nadie.
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Personas ajenas al sector donde ella vive (El Salado en Envigado) llegaron esa madrugada a rematar una fiesta cerca de su casa. La música a todo volumen se sumó al estallido de voladores.
Kaluss, su perro de 4 años, no sabía dónde esconderse. Marllay cuenta que en sus ojos se veía el terror del animal. Ella pensó que se iba a infartar.
A las 3:00 a.m. se asomó para darse cuenta de que una de las puertas de la casa estaba abierta y Klauss no aparecía.
Huyendo de los estallidos, el perro corrió buscando sosiego. Dice que ha sido una de las peores angustias que ha vivido. Lo buscó por casi 10 horas. Klauss entró a una casa y se metió debajo de un mueble. Quienes lo encontraron lograron contactarse con ella y Marllay y su mascota pudieron reencontrarse.
“Quemar un volador no es alegría, porque significa que ese mismo volador es el sufrimiento de otros. El ser humano es el único ser que de manera consiente hace daño”.
Dijo.
Contó que, afortunadamente, quien encontró a su perro era alguien empático con las mascotas, lo cuidó y buscó a su dueña. La historia de Kaluss tuvo un final feliz. Sin embargo, otros no corren la misma suerte.
Según cifras de la Alcaldía de Medellín, en enero de 2021, luego de la temporada decembrina, el Centro de Bienestar Animal La Perla reportó un aumento en sus rescates del 4,5 %. Y hay algo aún más triste. Muchos de ellos, que perciben estos sonidos con mucha más intensidad, terminan infartados.
¿Más muertos?
Óscar Darío Díaz es sicólogo y trabaja en Funeral Pet, una empresa que ofrece servicios exequiales para las mascotas.
Cuenta que el año pasado, tras un día como la alborada, fueron solicitados para 5 o 6 servicios. Este año, el mismo día, la cifra aumentó a 18. Lo peor es que en lo que va de este diciembre, cada día están recibiendo unos 18 casos en promedio.
“La mayoría de las personas nos cuentan que ha sido por la pólvora. Los encuentran infartados”.
Contó.
Y añadió: “esto nos tiene muy consternados. Nosotros amamos los animales, tratamos de hacer una despedida digna y nos duele ese aumento. Por eso es tan importante crear conciencia de que hay otras formas de celebrar Navidad que no impliquen un daño a un tercero. Prender un volador puede acabar con una vida”, concluyó.
Recomendaciones
- Incremente la actividad física de los animales durante el día para que en la noche estén cansados y puedan dormir tranquilamente.
- Acondicione un espacio en casa como zona segura, que se encuentre lo más alejado posible del ruido, sea cómodo y con luz tenue. Que sea como una especie de cueva.
- Ambiente con música instrumental, suave y relajante para disminuir los niveles de estrés.
- -No deje solo al animal en casa y cierre las posibles rutas de escape para evitar un accidente.