Salomé con algunos de sus productos. /FOTOS: WENDY RESTREPO e INSTAGRAM @alimentandoelalma_
Salomé Giraldo hace un pan al que se le estira el queso cuando está recién horneado y raro sería que un paladar no se hiciera agua al ver semejante delicia.
Esa imagen tiene a esta repostera muy popular por estos días en Instagram, pues resulta que una influencer gastronómica (@foodiestefa_invita) la visitó y el mencionado pan se hizo viral en Instagram por cuenta de un provocativo video.
Q’HUBO conoció la historia de esta emprendedora de 24 años y nos presentó ‘Alimentando el Alma’, su propia marca de repostería, cuya novedad es que, por ahora, se cocina en la misma casa de Salomé Giraldo, en Envigado.
Ella, que es oriunda de Medellín, estudió para ser Cocinero Pastelero en la escuela Mariana Moreno y luego se especializó en repostería, porque eso es lo que más le gusta.
Y la vida la fue llevando hasta tener el negocio de sus sueños… Todo empezó hace 4 años, cuando quiso hacerle unos alfajores a su novio y “quedaron tan lindos y ricos”, que otras personas se antojaron.
Desde su casa empezó a producir alfajores y brownies para vender, que han sido todo un éxito, pero se puede decir que actualmente el pan es el producto de temporada y el que la está obligando a dar un paso más allá.
Esta repostera no olvida sus inicios tratando de hacer pan, porque las cosas no resultaron como ella esperaba…
“Yo siempre he querido hacer pan, en la universidad intenté, pero cuando los hacía me quedaban duros, amargos, apretados y no crecían”, nos contó la emprendedora.
Sin embargo, nunca dejó de soñar con hacer un buen pan de queso y entre tantas pruebas, un día el resultado superó las expectativas: “Me atrevo a decir que es mejor que muchos panes, porque el pan que yo hago es 100 % artesanal, sin conservantes y es suavecito”, dijo.
Actualmente sus panes se venden por encargo mínimo del día anterior, porque este producto tiene un proceso demorado.
“El pan tiene un proceso muy largo, porque hay que hacer la masa, dejarla fermentar, porcionar, rellenarla, otra vez dejar que fermente para que duplique su tamaño y hornearla. Entonces no es algo que esté en 15 minutos para entregar, está en aproximadamente tres horas”, detalló Salomé Giraldo.
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Y como no hay nada más delicioso que comerse un pan recién horneado, el siguiente reto de esta paisa berraca será abrir su propio local en Envigado.
“La gente me está pidiendo el pan caliente, se me presentó esta oportunidad y no la voy a desaprovechar, para poder atender al público con el pan caliente”, expresó.
El pan grande, con 7 bolitas o porciones, tiene un costo de $ 16.000, mientras que el mediano de cuatro porciones cuesta $ 13.000.
Pero además, en ‘Alimentando el Alma’ tienen productos desde $ 5500 como lo son las cajas lapicero de alfajores o lo más costoso, que es la caja con 81 mini brownies, de $ 54.000.
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