El 8 de septiembre, Wenceslao Torres Muñoz terminó su jornada laboral en el centro comercial Mayorca, ubicado en el municipio de Sabaneta, por lo que se dispuso a regresar a su casa.
Minutos después, empezó a conducir su moto sobre la avenida Regional (a la altura de Envigado) cuando, por motivos que aún son materia de investigación, colisionó con un vehículo y al caer a la carretera un camión le pasó por encima, causando su muerte de manera inmediata.
La familia, amigos y conocidos de Wenceslao, que vivía en Belén Rincón, en Medellín, decidieron realizar una velatón en la Virgen Rosa Mística de la Aguacatala, honrando su nombre y pidiendo más prudencia a los conductores.
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Sus amigos lo recuerdan como un hombre entregado a su trabajo y que le gustaba ayudar a los demás desde todas sus posibilidades.
Juan Pablo Arias, uno de sus amigos, mencionó que: «él era un hombre de casa, que velaba por su madre y muy entregado a su trabajo. Muy leal con todos sus amigos.» Su voz se quiebra en medio del relato, contando su vínculo afectivo desde los 5 años.
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Así mismo, sus compañeros de la tienda Adidas, donde trabajaba, comentaron: «no importaba si eras un amigo, un familiar o un amigo, Wenceslao te trataba como si fueras familia, para él eso era lo importante. Por eso es un gran dolor su pérdida, todos sus compañeros lo estamos acompañando, pero no es un día fácil», afirmó Andrés Macías.
Durante esta velatón que se extendió por varias horas de la tarde y de la noche del viernes, se reunieron personas que conocían a Wenceslao, quienes se unieron a las voces de dolor de la familia y de todos los ciudadanos del peligro que existe en las vías y el incremento de siniestros con motociclistas, vehículos particulares y vehículos de carga.