Los caninos voluntarios llegaron hasta el Hospital General Medellín para pasar una tarde inolvidable y acompañar a los niños que tienen que permanecer en este centro médico por alguna dificultad de salud.
«Con unos perritos que los acompañaron, que jugaron con ellos, que les dieron ánimo y que hicieron sentir a los niños alegría y satisfacción. Es una gran dosis que acompaña su medicina para su recuperación», explicó Juan Carlos Pérez, médico Hospital General de Medellín.
Y es que a pesar de las dificultades de salud de estos niños, los peludos, como por arte de magia, logran activar hormonas de bienestar y felicidad haciéndolos sentir menos angustiados y reduciendo el estrés.
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«Para este año hemos incluido al estrategia «Amigos con sentido», la cual consiste en la visita de voluntarios caninos que van a compartir con nuestros pacientes hospitalizados un momento de amor y cariño», Óscar Felipe Cataño, Magíster en Psicología de Salud.
Estos peluditos se convirtieron en una motivación para que los pequeños sigan luchando la batalla contra su enfermedad.