lunes, noviembre 25, 2024

La fiesta verdolaga se sintió desde temprano en todos los barrios de Medellín

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Desde temprano, los hinchas se prepararon para vivir este encuentro deportivo, que llevó a Atlético Nacional a alcanzar su estrella 17.  Familias y cuadras enteras engalanaron la ciudad y al son la música y la sazón de los sancochos y asados vibraron con la fiesta verdolaga. 

Desde muy temprano, los barrios de Medellín comenzaron a colorearse, el verde y blanco tapizaron más de una cuadra en Castilla, Belén, Zamora, Buenos Aires, Villa Hermosa y muchos otros lugares. Familias enteras empezaron a disponer todo para el  partido. 

 

«Nacional es el mejor, el mejor de los mejores […] Un sentimiento y una pasión, se hereda»  señalaron  algunos  hinchas en Castilla. 

 Ninguno se quería perder la fiesta, desde los más pequeños hasta el más grande.  En muchos lugares, los preparativos del partido aplazaron incluso el almuerzo; en otros, los sancochos en media cuadra sirvieron para recargar la energía y para aguantar la tarde, que poco a poco, se fue llenando de expectativa. 

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«El sentimiento que uno siente cuando juega el verde es algo inexplicable. Mucha gente piensa que uno está loco o que esto no es un verdadero sentimiento, pero  es algo inexplicable.» Señaló uno de  los aficionados en Zamora. 

A medida que avanzó la tarde y aunque la lluvia intentó aplacar los ánimos, los hinchas no cesaron en su intento de llegar a distintos lugares para disfrutar el partido, todos con la expectativa de la victoria y los padres esperando su regalo: la estrella 17. 

«La espero no solamente yo , sino todos los antioqueños y colombianos, la verdad la mayoría.» replicó Enrique, un hincha oriundo de Urabá, pero que hace más de una década reside en Medellín.

 

» ¡Nacional campeón es el mejor regalo! Una emoción impresionante Dios mío bendito, esto es lo mejor que Nacional nos pudo haber regalado el día del padre. ¡Nacional es lo mejor!» expresó Fredy Alexander David, desde Belén Rincón donde también se vivía el festejo. 

La lluvia cesó y la romería de gente en todos los barrios, comercios y alrededor del estadio comenzó a crecer: sombrillas, buzos y carpas para el agua fueron los preparativos de muchos que buscaron un lugar para disfrutar en familia. 

Las ansias crecieron y poco a poco el ambiente se tornó tenso, pero cargado de alegría, todos esperando ver brillar en el escuadrón verdolaga una nueva estrella. 

 

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