La Defensora de Derechos Humanos se pronunció por la poca atención que las instituciones públicas le han prestado a un caso de violencia e intimidaciones en contra de una joven migrante venezolana y su madre.
¡¿Hasta cuándo las mujeres van a pagar con sus cuerpos la violencia estructural?! fue lo primero que dijo la reconocida Defensora de Derechos Humanos y Activista por los Derechos de las Mujeres, Norma Vera Salazar, al conocer el caso de Yermaní Prieto.
El 31 de enero pasado Prieto fue brutalmente golpeada en una zona rural de Guachaca. Recibió puñaladas en varias partes de su cuerpo: en el hombro, en la pierna, en los senos, en la cara y en el abdomen.
“Todas marcas de por vida para que ella recordara que su cuerpo no pudo ser abusado, que no pudo ser violada y por eso había que castigarla”, explica Norma Vera Salazar, además, comenta que este caso tiene todos los elementos de la Violencia Basada en Género.
La Defensora de Derechos Humanos dejó ver su malestar por la negligencia con la que han actuado varias instituciones públicas, llamadas a garantizar no solo el acceso a la justicia sino también la integridad de las denunciantes.
“La señora Yosnelly, de nacionalidad venezolana, me vino a buscar porque ha tocado la puerta de varias instituciones públicas: Fiscalía General de la Nación, Policía Metropolitana de Santa Marta, Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche, y en todas le han dado un portazo en la cara, cuando lo único que reclama es un poco de justicia para su hija”, dijo Norma Vera Salazar con notable disgusto.
Vera dio más detalles sobre el ataque del que fue víctima Yermaní Prieto y cuestionó la tipificación que hizo la Fiscalía luego de escuchar la narración de la angustiada madre.
“El presunto abusador y feminicida le dio también una puñalada en el ojo. Yermaní perdió su ojo y tantos días después, la Fiscalía General de la Nación le recibió la denuncia por el delito de Lesiones Personales. ¡Me perdonan la dureza, pero mandan huevo los señores de la Fiscalía: esto claramente es Tentativa de Feminicidio!”, manifestó.
Es importante en este punto mencionar que el delito en el que se adecuaron los actos, es decir, Lesiones Personales, tiene una pena entre los 3 y 7 años y, además, es excarcelable, mientras que las relacionadas con el Feminicidio, oscilan entre los 20 y 41 años de cárcel sin ningún tipo de beneficio.
La Activista por los Derechos de las Mujeres cuestionó además la poca disposición que han tenido los funcionarios de la Fiscalía para llegar al fondo del asunto, a pesar de la insistencia de los familiares de la víctima y los detalles que rodean el ataque.
“Es increíble que después de haber visitado 10 veces la Fiscalía no le hayan hecho ampliación de la denuncia, porque debe hacerlo la misma víctima. La víctima estuvo 10 días en coma. La víctima perdió su ojo. La víctima está tratando de recuperarse después de ser víctima de tentativa de feminicidio” denunció Norma Vera Salazar.
La defensora reveló también que el presunto agresor estaría intentando comprar el silencio de los afectados e intimidando a la madre de la joven, quien se ha negado a cualquier acuerdo económico.
“El presunto abusador y feminicida se ha tomado el derecho de llegar a la casa de la señora Yosnelly a decirle que arreglen, a ofrecerles plata y a decirle además que él tiene amigos paracos”, advirtió Norma Vera Salazar.
Reglón seguido, Vera le envió un mensaje al agresor: “Yo misma he metido a la cárcel a varios paracos y no voy a permitir que a ella ni a su hija les pase nada. Señores Fiscalía General de la Nación, los hago responsables por la vida de la señora Yosmelly y la señora Yermaní”
Visiblemente tocada por el caso en comento, la Activista por los Derechos de las Mujeres sigue exponiendo situaciones que dejan mucho que desear de las instituciones públicas encargadas de brindar garantías a las víctimas de violencia.
“¿Por qué no la atienden? ¿No la atienden porque es mujer? ¿No la atienden porque es venezolana? ¿No la atienden porque nadie viene a reclamar? Cuestiona Norma Vera Salazar, además, expone que “en la estación de Policía de Buritaca le dijeron que tenían que capturarlo en flagrancia, sin tener en cuenta que la ha estado hostigando sistemáticamente a ella.”
Advierte también los riesgos a los que están expuestas las dos mujeres por cuenta de las amenazas que han recibido y el control que los paramilitares ejercen en esa zona de la Troncal del Caribe.
“Su hija va a salir del hospital y tienen que volver a la casa ¿cómo va a volver después que casi la mataron, después de que casi la violan, después que le sacaron el ojo? Ahora ella tiene que volver al territorio a seguir viviendo la marginalidad, la pobreza, la migración y un sistema que la vulnera sistemáticamente por ser mujer”, expuso Norma.
En medio de su intervención, envió un mensaje contundente los funcionarios encargados de brindar garantías de justicia, seguridad y alojamiento transitorio para las víctimas de la violencia.
“Señor comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta, lo hago responsable de la vida de estas mujeres. Señor director Seccional de Fiscalías, nosotros vamos a colocar un abogado para que las represente a ella y a su hija, y lo hago a usted también responsable de la vida de Yosnelly y Yermaní. Señora alcaldesa Virna Jhonson, le solicito que brinde las garantías de vivienda y alimentación para estas mujeres porque está claro que no pueden volver a Guachaca.”
Finalmente dejó ver su frustración por la deficiencia de las instituciones, las cuales catalogó como un estado misógino y machista.
“Es increíble que aún hoy tengamos que pegar gritos públicos y lanzar este tipo de mensajes para que las instituciones se muevan. La vida de las mujeres no vale nada. Las mujeres somos dejadas en las trochas como un perro muerto” puntualizó Norma Vera Salazar.