Pese a que le entregaron el acta de defunción, desde el 2020 está esperando que le entreguen los restos. Un hecho similar ya se había reportado.
Quedar en embarazo para Kellys Milena López Gómez, de 38 años de edad, una mujer residente del barrio El Parque, fue una noticia de esperanza en medio de tantas tristezas que produjo la pandemia del Covid-19.
Sin embargo, esa luz de esperanza se volvió turbia cuando el pasado 20 de junio del 2020 supo que se había contagiado del virus.
En busca de guardar su salud por su estado de gestación, decidió trasladarse hasta la sala de urgencias de la clínica Cehoca, donde fue atendida por galenos de turno.
El 24 del mes mencionado, los médicos le anunciaron que debían hacerle una cesárea de emergencia para salvar a su hija, pero Kellys nunca la vio.
“Una noche anterior, según me informaron, me detectaron que la niña había fallecido porque no le estaba llegando oxígeno a sus pulmones”, dijo Kellys López.
Desde ese momento tanto la mujer como sus familiares le perdieron el rastro al cadavér de la bebé.
“El día que me practicaron la cesárea me durmieron prácticamente y me dijeron que la niña se la habían entregado a mis familiares, pues como yo no tenía contacto con ellos no sabía que había pasado”, agregó la denunciante.
Luego de pasar varios días internada en el centro médico en medio del llanto y el dolor por la pérdida de la bebé, se enteró que el cuerpo de la pequeña aún no había sido entregado para darle cristiana sepultura.
“A mis familiares le pidieron un frasco con tapa porque a la niña le iban hacer unos estudios, nos dijeron que en 15 días nos entregan el cuerpo, que la buscáramos en Patólogos Asociados del Magdalena y cuando nos acercamos allá nos dicen que no tienen ningún tipo de convenio con la clínica”, puntualizó.
Luego de dos meses de una larga espera, le hicieron la entrega de un estudio patológico de la pequeña sin el cadáver.
La EPS se comunicó con Kelly López
Con la ilusión de sepultar a su bebé en el mes de septiembre del año 2020, la desesperada madre recibió una llamada por parte de su EPS Mutual Ser.
“La doctora que se comunicó conmigo me preguntó que por qué no había asistido a los controles prenatales y le informe que había perdido a mi bebé en el mes de julio”, manifestó López Gómez.
La llamada generó dudas en esta mujer samaria, quien se preguntaba por qué la clínica no le notificó a la EPS de la pérdida de su pequeña una vez le practicaron la cesárea.
“Hasta el momento no sabemos qué pasó con el cuerpo, hasta el mes de enero del año 2021 fue que me hicieron entrega del acta de defunción”, finalizó la mujer.
Desde el 2020, Kellys está esperando que le entreguen el cuerpo de su pequeña hija para darle el último adiós. Solo le pide a la clínica respuestas.