Este repunte en los niveles abre la posibilidad de reconsiderar el racionamiento, especialmente en una época tan crucial como la Navidad.
Desde abril de este año, Bogotá y 11 municipios cercanos se han enfrentado a un racionamiento de agua decretado por el alcalde Carlos Fernando Galán. Esta medida fue implementada debido a la crítica reducción en los niveles de los embalses del sistema Chingaza, que proveen cerca del 70% del agua potable para la ciudad. Sin embargo, el panorama podría cambiar antes de Navidad.
Lluvias: una esperanza para la crisis hídrica
En las últimas semanas, las lluvias han llegado con fuerza y en cantidades significativas, lo que ha permitido una recuperación parcial de los embalses. Actualmente, su capacidad se encuentra en un 53,26% , con un consumo diario de 16,39 metros cúbicos por segundo . Este repunte en los niveles abre la posibilidad de reconsiderar el racionamiento, especialmente en una época tan crucial como la temporada navideña.
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La propuesta para suspender el racionamiento
El concejal de Bogotá, Marco Acosta, ha solicitado al alcalde Galán que evalúe la suspensión temporal del racionamiento de agua durante las festividades de fin de año. En una carta publicada en el portal del Concejo de Bogotá, Acosta destacó la recuperación gradual del sistema Chingaza, la cultura de ahorro demostrada por los ciudadanos y el impacto positivo que tendría la medida en la economía local.
“Proponemos suspender el racionamiento desde el 20 de diciembre de 2024 hasta el 10 de enero de 2025”, afirmó el concejal. Además, resaltó que esta decisión podría beneficiar tanto a los hogares como al comercio, impulsando la productividad y el empleo en una de las temporadas más importantes del año.
Condición: alcanzar el 75% de capacidad
Aunque la propuesta genera expectativas, el objetivo para levantar la medida es claro: los embalses deben alcanzar el 75% de su capacidad. Si bien las lluvias recientes han dado un respiro, aún se necesita un esfuerzo combinado entre la naturaleza y la ciudadanía para alcanzar esta meta.
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¿Un regalo navideño para Bogotá?
La suspensión del racionamiento, de ser aprobada, no solo aliviaría la carga de los ciudadanos, sino que también devolvería un poco de normalidad a una ciudad que ha trabajado arduamente para enfrentar la crisis hídrica. Por ahora, las lluvias y el compromiso ciudadano serán los factores clave para decidir si Bogotá podrá disfrutar de unas fiestas sin restricciones de agua.
Mientras tanto, las autoridades continúan monitoreando los niveles de los embalses, esperando que la tendencia ascendente permita dar una buena noticia antes de Navidad .