El número de quemas en menos de dos meses es preocupante, y hacen un llamado a la ciudadanía a denunciar a los responsables de provocar incendios en estas áreas.
Noticias Valle.
El Valle del Cauca enfrenta una alarmante crisis de incendios forestales que ha impactado negativamente tanto la fauna como la flora de la región. Los cultivos de caña no han sido ajenos a estos eventos; desde el 1 de agosto hasta la fecha, se han registrado aproximadamente 1.300 incendios en cañaduzales, la mayoría «provocados por manos criminales».
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Claudia Calero, presidenta de Asocaña, advirtió que estos incendios han generado graves consecuencias para la agroindustria y el medio ambiente. «Estos incendios están ejecutándose por manos criminales, y precisamente esta situación tiene agobiado al sector agroindustrial», afirmó Calero.
Las estadísticas son preocupantes: los incendios se han concentrado en el área metropolitana de Cali y otras zonas donde las quemas están prohibidas y la cosecha se realiza de manera mecanizada.
La denuncia de estos hechos ha sido presentada ante la Fiscalía General de la Nación, que se encuentra actualmente investigando la situación. La problemática se agrava cuando se considera que los incendios afectan a cañaduzales que no están listos para la cosecha, lo que implica una pérdida significativa tanto económica como ambiental.
Quemas en cañaduzales son programadas y planificadas
Desde Asocaña enfatizaron que la industria de la caña de azúcar realiza quemas programadas, que son técnicas planificadas y controladas tecnológicamente. «Se hacen antes de la cosecha, son en áreas que son previstas cuyas cañas están aptas para cosechar, no como los incendios que están ocurriendo que se presentan en cañas que están muy jóvenes y que no están previstas para ser molidas».
En el valle del río Cauca, la cosecha de caña se realiza en un 80% de manera mecanizada, mientras que un 20% se hace manualmente con la ayuda de más de 4.000 corteros de caña. La destrucción de los cultivos por incendios no solo afecta la producción, sino también a las comunidades que dependen de esta industria para su sustento.
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