viernes, noviembre 22, 2024

De Montenegro a los Alpes franceses: Harold Martínez, el quindiano que revoluciona la ciencia

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Harold Martínez Hernández, un joven de Montenegro de tan solo 27 años, ha demostrado que la disciplina y el amor por el conocimiento pueden trascender cualquier entorno. Vivió en el barrio Comuneros de Montenegro, un sector con desafíos complejos para el desarrollo personal, Harold decidió tomar un rumbo distinto, apostando por la educación y el mundo científico, una decisión que lo ha llevado a realizar su doctorado en una de las instalaciones nucleares más importantes del mundo, ubicada en los Alpes franceses.

Desde pequeño, Harold mostró una inclinación por el estudio. Cursó su primaria en la Escuela Pública Nuestra Señora de la Soledad y luego continuó su bachillerato en el colegio Los Fundadores, donde se graduó con honores en 2013. Su excelente desempeño académico le permitió ingresar a la Universidad del Quindío, donde optó por la carrera de Física, una pasión que lo convirtió en uno de los mejores estudiantes de su generación. Gracias a su esfuerzo, gran parte de su carrera fue becada, un motivo de orgullo para su familia y su comunidad.

En 2019, tras obtener su título de Físico, Harold decidió seguir expandiendo sus horizontes. Aplicó y fue aceptado en una maestría en Ingeniería de Materiales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde también fue becado. Allí, se especializó en la ciencia de materiales, y en 2022, con tan solo 24 años, concluyó sus estudios de posgrado.

Su próximo paso fue aún más audaz. En 2023, Harold aplicó para realizar su doctorado en el prestigioso Instituto Laue-Langevin, en Grenoble, Francia, hogar de la fuente de neutrones más intensa del mundo. Desde septiembre de ese año, ha trabajado en un proyecto de gran relevancia para la comunidad científica internacional: el desarrollo de materiales capaces de capturar moléculas de CO2 del ambiente, una investigación fundamental en la lucha contra el cambio climático.

Su tesis doctoral, enfocada en “Estructuras Metal-Orgánicas (MOFs) Funcionalizadas y Dopadas para Adsorción Mejorada de CO2”, busca crear materiales porosos con una capacidad excepcional para atrapar dióxido de carbono. Este tipo de avances tiene el potencial de transformar la manera en que la humanidad enfrenta la crisis ambiental actual.

La historia de Harold Martínez es una prueba del poder de la perseverancia y el conocimiento. Desde su infancia en Montenegro hasta los laboratorios de vanguardia en los Alpes franceses, su trayectoria es un ejemplo de que los sueños, cuando se persiguen con tenacidad, pueden romper cualquier barrera geográfica o social.

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