Ante la escalada de violencia, la Alcaldía de Segovia implementó nuevas medidas restrictivas.
La violencia no cesa en el municipio de Segovia. En medio de un toque de queda decretado para intentar frenar los constantes hechos delictivos, se registró el décimo asesinato en tan solo una semana, lo que ha generado una profunda consternación entre la comunidad y las autoridades.
El último hecho violento se presentó en la zona urbana, donde un hombre, aún sin identificar, fue asesinado a balazos en la cabeza. Horas antes, Santiago Alberto Orrego, de 24 años, también perdió la vida en un ataque sicarial en el sector de Los Pomos.
Ante la escalada de violencia, la Alcaldía de Segovia implementó nuevas medidas restrictivas, como un toque de queda para menores de edad en el casco urbano desde las 10:00 p.m. hasta las 5:00 a.m., y la prohibición del parrillero hombre en motocicleta durante el mismo horario.
«La situación es crítica. Los constantes homicidios nos obligan a tomar medidas drásticas para garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos«, afirmó el alcalde de Segovia, José Mazarías.
Las autoridades atribuyen esta ola de violencia a la disputa entre estructuras criminales que buscan controlar el microtráfico en la región. «Estas organizaciones están dispuestas a todo con tal de mantener sus rentas ilícitas«, señaló un alto oficial de la Policía Nacional.
Para hacerle frente a esta problemática, se han intensificado los operativos policiales y militares en todo el municipio. Las autoridades han anunciado que no descansarán hasta dar con los responsables de estos hechos y restablecer el orden público.
La comunidad segoviana vive atemorizada ante esta situación. Muchos habitantes han decidido resguardarse en sus hogares y evitar salir a las calles, especialmente durante las horas de la noche.
En más hechos noticiosos
Capturaron a impostor que se hizo pasar por funcionario de la UNP en medio de las fiestas de Itagüí
En un nuevo golpe a la seguridad ciudadana, las autoridades del municipio de Itagüí lograron capturar a un sujeto que se hacía pasar por funcionario de la Unidad Nacional de Protección (UNP) durante uno de los eventos de las fiestas municipales.
El sujeto, identificado como Carlos Osorio según la placa falsificada que portaba, fue denunciado a través de las redes sociales y rápidamente aprehendido gracias a la colaboración ciudadana y la rápida acción de las autoridades.
La denuncia, que incluía fotografías de la placa falsa y del individuo en el evento, permitió a la UNP y a la Policía Nacional identificar al impostor. La placa, con un diseño que emulaba los distintivos oficiales de la entidad, incluía un número de identificación y grupo sanguíneo, lo que evidencia la sofisticación de la estafa.
La UNP se pronunció a través de su cuenta oficial de X, señalando que: “Este tipo de acciones no solo afectan la imagen de nuestra institución, sino que también ponen en riesgo la seguridad de las personas. Agradecemos la colaboración ciudadana y reafirmamos nuestro compromiso con la protección de los colombianos.”
La placa falsificada, un elemento clave en este caso, ha abierto una nueva línea de investigación. Las autoridades competentes se encuentran analizando a fondo esta evidencia, junto con otros elementos probatorios recabados, para determinar si el detenido contaba con cómplices y si formaba parte de una red criminal más amplia.
Los investigadores no descartan la posibilidad de que este sujeto haya utilizado su falsa identidad para cometer otros delitos o para infiltrarse en instituciones gubernamentales con fines aún desconocidos.