El delincuente quedó a disposición de las autoridades.
La inseguridad en Bogotá continúa siendo uno de los temas que más preocupa a la ciudadanía. Según estadísticas citadas por El Tiempo, se reportan más de 23 hurtos por hora en la ciudad.
A pesar de que entre enero y abril de 2023 se registró una disminución del 33,4% en los casos de hurto, los habitantes de la capital siguen en alerta, ya que muchos aún perciben un aumento en la sensación de inseguridad al transitar por las calles.
Los robos y sus diversas modalidades son las denuncias más frecuentes ante la Policía Metropolitana de Bogotá. Entre estos se destacan el robo a mano armada, el raponazo, y el uso de motocicletas como medio para cometer los delitos.
Frente a esta situación, en ocasiones los ciudadanos optan por tomar la justicia en sus propias manos. Un ejemplo reciente tuvo lugar en la localidad de Usaquén, donde, gracias a la rápida intervención de la comunidad, se frustró un robo. Los delincuentes, que habían arrebatado un celular a una mujer, intentaron huir en una motocicleta.
Durante la persecución que siguió al robo, los vecinos del sector lograron capturar a uno de los asaltantes y recuperaron el teléfono sustraído. Lo que más llamó la atención fue que la comunidad, en un acto de represalia, incendió la motocicleta en la que se desplazaba el delincuente.
Ante esta situación, el asaltante, con voz temblorosa y al borde del llanto, suplicó a los presentes que no quemaran el vehículo. Sin embargo, los vecinos ignoraron su petición y procedieron a prenderle fuego.
Posteriormente, el delincuente recibió varios golpes por parte de la comunidad antes de ser entregado a las autoridades, quienes lo trasladaron a una Unidad de Reacción Inmediata (URI) para su respectiva judicialización.