martes, noviembre 26, 2024

¿Qué pasaría con la eventual llegada de 1.500 presos de Ecuador si son dejados en la frontera?

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Con la posible llegada de 1.500 presos colombianos desde Ecuador, el país se prepara. ¿Podrán con la situación?

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En medio del conflicto armado interno en Ecuador, el presidente Daniel Noboa anunció la posibilidad de expulsar a 1.500 presos colombianos actualmente detenidos en cárceles ecuatorianas.

Esta medida, en respuesta a la oferta de ayuda de Colombia, plantea preguntas cruciales sobre la preparación del país para recibir a estos reclusos en la frontera.

El gobierno nacional colombiano ha afirmado que este tema debe ser objeto de un estudio exhaustivo, dado el complicado escenario de hacinamiento en las cárceles del país, que ya presentan un 24% de saturación.

Grave situación de violencia en Ecuador; se reportaron varios heridos y fallecidos

La eventual llegada masiva de presos ecuatorianos podría agravar significativamente esta situación.

Daniel Noboa explicó que, según tratados internacionales, Ecuador tiene la facultad de expulsar a estos presos y dejarlos en la frontera.

«Esperamos que no ocurra»

Esta medida, aunque podría aliviar la carga financiera para Ecuador, plantea desafíos sustanciales para Colombia, ya que dejaría a los reclusos en un estado de libertad total, dificultando su judicialización en el país vecino.

El Ministro de Justicia de Colombia, Nestor Osuna, ha expresado su preocupación por la falta de detalles concretos sobre la posible repatriación uno por uno.

«Hasta el momento, no se ha recibido ninguna solicitud formal con nombres y apellidos, lo que complica el proceso de repatriación individual» señaló Nestor Osuna.

Además, Osuna subrayó que la repatriación se rige por el Convenio sobre tránsito de personas, vehículos, embarcaciones fluviales y marítimas y aeronaves de 1990.

Este proceso debe ser estudiado caso por caso, siguiendo cuestiones objetivas y el consentimiento por escrito de la persona privada de libertad.

Es importante destacar que la expulsión unilateral, en lugar de la repatriación, tendría implicaciones graves, anulando las decisiones judiciales colombianas. Osuna confía en que Ecuador tomará decisiones que respeten los derechos humanos, destacando la estrecha amistad y cooperación entre ambos países.

En este momento, ambas naciones están dispuestas a activar el trámite de repatriación, pero la situación sigue siendo incierta.

Mientras Colombia busca salvaguardar sus procesos judiciales, Ecuador debe equilibrar sus necesidades internas con el respeto a los derechos humanos de los presos involucrados.

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