Hay preocupación entre el gremio de los vendedores de libros en el centro de Medellín debido a la situación financiera, de cara a la temporada escolar. Señalan que han venido perdiendo terreno por cuenta de las estrategias comerciales de las grandes editoriales, panorama que no sólo afectaría sus bolsillos, sino también el de las familias.
La temporada escolar para el gremio de vendedores de libros era la época más esperada del año, pues incluso, desde finales de diciembre la posibilidad del intercambio y de adquirir algunos textos más económicos estaba presente. Desde hace 8 años aproximadamente el panorama cambió, y las nuevas dinámicas comerciales de las editoriales y las instituciones han dejado de lado esta opción.
Gilberto Galvis, Presidente de la Asociación de Vendedores de Libros de Antioquia, indicó que «Como están las cosas no esperamos nada, porque nadie ha hecho nada por lo que tiene que ver con mejorar las cosas con esas grandes editoriales. «
Estos procesos tienen en crisis económica a este sector. Señalan que sus ventas se han reducido hasta en 60% durante esta temporada. Aquí ya es difícil encontrar muchos de los textos que en otra época, sólo en este lugar, era posible comprarlos mucho más económicos. Además, el cambio constante de los textos y la obligatoriedad de adquirirlos en las instituciones hace que ya no se vea el mismo panorama.
«Nosotros le hacemos un bien a la misma comunidad, porque el texto que les quedó del año anterior, se le tiene a la gente para que pueda otra vez y haga el intercambio.» enfatizó Gilberto Galvis , Presidente de la Asociación de Vendedores de Libros de Antioquia.
«Porque mucha gente compra los libros y al año siguiente de pronto lo cambiaron, entonces ya una nueva edición es más difícil, ah que tiene que ser la nueva edición. Entonces ya la editorial resulta que lo cambió ya les toca, no sé cómo hará esa gente en sí, pero el texto aquí en sí, más de uno lo ha abolido.» Enfatizó Víctor González, Vendedor de libros.
Este gremio ha hecho un trabajo de pedagogía y de concienciación contra la piratería. Dicen que hace falta trabajar en el refuerzo de estrategias comerciales y digitales, pues, estos espacios son alternativas para los padres de familia que en muchas ocasiones deben invertir hasta 1 millón de pesos en estos implementos, cada año, dejando de lado la alternativa de poderlos adquirir a un precio más asequible.
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