Comunidades rurales del caserío de Toche, en el municipio de Cajamarca, donde se encuentra el Cerro volcán Machín, hicieron un vídeo donde evidencian los daños de los aparatos especializados del sistema de monitoreo del volcán Machín.
Dicen, en el vídeo, que esos daños se producen por descuido, por robo o mal uso de los elementos que componen la red de monitoreo. (Ver vídeo)
Por otra parte, el líder de la Fundación Cosmos de Calarcá Néstor Ocampo dijo que no se ha elaborado aún un mapa del riesgo generado por la amenaza de El Machín. Es algo que está en mora de hacerse desde hace muchos años. Sólo contamos con un mapa de amenazas y eso es insuficiente para tomar decisiones.
Además, denuncia Ocampo: “A lo anterior se suman dos grandes asuntos:
1.- Que no se informa, no se comunica bien ni adecuadamente, a la sociedad, sobre el volcán. Casi nadie sabe de su existencia o tiene idea de lo que es o significa su ubicación.
2.- Que el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres es un desastre, no funciona. Estoy convencido de eso.
En consecuencia, el riesgo en el Quindío y en Colombia crece día a día, en lugar de disminuir como debería ser.
El error del túnel de La Línea
Ocampo recobró el tema del túnel de la Línea y el volcán Machín: “Se insistió en el Paso de la Cordillera Central, y Túnel de La Línea, con una vía qué pasa a 6 km del volcán. El más grande error estratégico en infraestructura pública que se ha cometido en Colombia”.
Igualmente observó el crecimiento poblacional del Quindío y el Tolima, sin pensar en las amenazas del volcán: “La población en el Quindío y en el Tolima, en regiones cercanas al volcán, crece a un ritmo que no debería ser. Hoy el Quindío, por ejemplo, es el segundo departamento más densamente poblado, más de siete veces por encima del promedio nacional. Absurdo y peligroso permitir eso. Más aún promoverlo como se hace”.
Finalmente, dice: “Se debería aprovechar el reciente informe de actividad sísmica en El Machín para avanzar, un poco al menos, en la asimilación social del privilegio de vivir en estas tierras, pero también del riego que implica vivir donde vivimos. Es nuestra responsabilidad con las generaciones futuras en el territorio”.
“Debemos hablar del Machín, integrar ese tema a nuestras charlas cotidianas. Tenemos derecho a la protección del Estado. Eso es básico, pero el Estado no está haciendo prácticamente nada para protegernos de la amenaza del Machín. Y eso significará muchas muertes y mucho sufrimiento para millones de personas cuando ocurra la próxima erupción del volcán. Buena parte de todo eso podría evitarse si funcionara el Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres que, insisto, no funciona”, concluye el ecologista.
Presentamos el vídeo denuncia de los daños en el sistema de monitoreo de El Machín.
Es responsabilidad nuestra con las generaciones futuras… hasta podría ser con las presentes.