lunes, noviembre 25, 2024

Promotora del mercado campesino de Calarcá, elegida Mujer Comfenalco Quindío

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Este jueves primero de diciembre fue proclamada como Mujer Comfenalco 2022 – 2023, Daniela Aristizábal Gómez, por su loable labor en beneficio de la seguridad alimentaria y su apoyo a un centenar de familias campesinas de Calarcá, a través del Mercado Campesino de esta localidad.

El jurado calificador, integrado por Sonia Quintero Serna, Mujer Cafam de Colombia 2010, Eduardo Mejía Mejía, creador de la fundación Hernán Mejía Mejía, y Carmen Elisa Vanegas Lotero, coordinadora de extensión y educación continua de la Universidad Tecnológica de Pereira, exaltó el propósito de esta quindiana, de 27 años de edad, quien desde una postura de respeto por el medio ambiente le ha apostado a la siembra y cultivo de semillas dentro de prácticas de protección agroecológica.

Con estrategias de gran impacto, la nueva Mujer Comfenalco coordina y realiza acciones para que todos los campesinos vendan sus productos sin intermediarios, que el esfuerzo de cada azadonazo a la tierra se vea recompensado, que los niños y los jóvenes que nacen en las veredas adquieran un estilo de vida agroecológico y ambiental, y que se termine la mendicidad del campesino cuando trae los productos a la ciudad.

Estilo de vida agroecológico

El abandono del campo por parte de la población joven en Colombia es una constante. Las nuevas generaciones creen que su futuro está solo en las ciudades. Sin embargo, hay jóvenes como Daniela Aristizábal Gómez que desde los 7 años le apuestan a la siembra y cultivo de semillas como la mejor manera de tener seguridad alimentaria. Por eso, se puede afirmar que su vida tiene un estilo particular y distinto a casi todos los jóvenes colombianos: Daniela Aristizábal practica un estilo de vida agroecológico.

Y ese estilo de vida pegado al campo lo ha compartido y lo ha contagiado a muchos jóvenes, niños y también adultos del municipio de Calarcá, a través del liderazgo de los mercados campesinos y los mercados agroecológicos, donde le ofrecen a la población urbana productos de alta calidad a precios increíblemente bajos.

El mercado campesino

En el mercado campesino que promueve y realiza cada mes Daniela Aristizábal, un ciudadano puede adquirir diez aguacates por $1.000 pesos, mayas de mandarina y limón en $500 pesos, o maya de naranja en $1.000. Se tiene la ventaja de recibir ‘La Ñapa’ y no pagar IVA. Al mercado concurrían, hasta el 2019, cerca de 120 familias campesinas de Calarcá, apoyadas por la Agencia de Desarrollo Rural, la gobernación y la alcaldía.

La pandemia del coronavirus echó por tierra esta actividad en el 2020, y los campesinos vivieron momentos de angustia sin poder sacar los productos a vender. Entonces, Daniela ideó nuevas estrategias. Promovió en el concejo municipal un acuerdo para asegurar la permanencia de los mercados campesinos en Calarcá, creo redes sociales y un centro de acopio de productos.

A pesar de las dificultades de la pandemia y luchando contra las arremetidas políticas del cambio de gobierno, logró establecerse nuevamente en la plaza principal de Calarcá con sus familias campesinas y atrajo nuevos productores, incluyendo indígenas y la red de mujeres cafeteras. Acaba de abrir el centro de acopio, a donde llegan los productos de los campesinos, con código de marca para cada finca, donde el comprador adquiere el bien alimenticio y paga con tarjeta a través de ese código.

Marcas de origen campesino

En su lista figuran ahora varias marcas de café tostado y molido, jabones, aceites y perfumes creados a partir de plantas, artesanías de fibras naturales, verduras, tubérculos, miel, hortalizas, frutas, lácteos, huevos, pollos y gallinas, plantas aromáticas, ornamentales y gastronomía en general.

La idea de Daniela, una jovencita de 27 años, es que todos los campesinos de Calarcá puedan vender sus productos sin intermediarios, que el esfuerzo en cada azadonazo a la tierra se vea recompensado, que los niños y los jóvenes que nacen en el campo adquieran un estilo de vida agroecológico, que se termine la mendicidad del campesino cuando trae los productos a la ciudad y que esta práctica contribuya a mejorar las condiciones de vida de hombres y mujeres como una construcción paz. Que el campesino siga produciendo nuestros alimentos con su trabajo que se inicia con los primeros cantos de los gallos, y que su sueño, en la noche, sea tranquilo, con la seguridad de encontrar por siempre el Mercado Campesino donde su producto tenga un comprador feliz.

Daniela Aristizábal Gómez representará al Quindío en el concurso nacional Mujer Cafam 2023, que se realiza en el mes de marzo en Bogotá.

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