Gabriel Rodríguez sale todos los sábados a vender sus libros en el parque de San Joaquín en Medellín, tiene hasta diez categorías desde literatura, poesía, religión, matemáticas, entre otros.
Noticias Medellín.c
El librero más joven de Colombia, lo tiene Medellín y se llama Gabriel Rodríguez Peñaranda, tiene solo 13 años de edad y su amor por los libros lo llevó a montar su propio emprendimiento.
Desde temprana edad era muy curioso y sus padres siempre le vieron la interesado por el mundo de la literatura.
Pero este acercamiento se hizo más fuerte, cuando decide a los siete años ingresar a curso de lectura rápida y aunque no sabía leer, se retó a que si logaría.
«Cuando averiguamos, la directora del curso nos dijo que era para niños de ocho años en adelante, él me dijo que le iba a demostrar que podía hacer ese curso y en tres meses aprendió a leer para poder hacerlo», relata Carlos Alberto, padre del menor.
Es entonces, cuando en 2019, el pequeño librero al ver que su padre se iba a deshacer de un pilón de libros, no se lo permitió.
«Le dije que me los regalara que yo se los vendía, entonces tomé una mesa y me hice afuera de mi casa, la idea era vender los libros a la cuadra», dijo Gabriel.
Sin embargo, su negocio tuvo que parar, debido a la pandemia, pero eso no fue motivo para desistir de su idea.
Incluso, cuando la pandemia empezó a dar tregua, sus primeras ganancias las invirtió en tapabocas y máscaras para continuar con su venta de libros.
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Mi causa es leer
En 2021, Gabriel se muda al barrio San Joaquín en Medellín, y es aquí donde ve el parque como un nuevo sitio para darle vida a su proyecto.
«Vi que en el parque había una mesa de ajedrez, y pensé que ese era el lugar perfecto para mi negocio; ya todo el mundo me conoce, las personas del mercado campesino conocen mi nombre y que hago», dijo el pequeño librero.
Sus clientes más fieles son los abuelos que buscan libros para sus nietos o las personas mayores que buscan enamorarse de otro tipo de libros, no obstante, le gustaría que los niños y jóvenes también sean parte de la clientela.
Es así, como su proyecto Mi causa es leer, busca que niños y adolescentes se enamoren de la lectura.
Esta actividad es una esponja que se llena de información a través de los sentidos, de lo que ven, de lo que escuchan y de lo que sienten.
Las ganancias de su proyecto las divide en tres partes: una para él, otra para renovar su oferta de libros y para la fundación Antorchas de Vida, la cual cuida a niños y jóvenes de Medellín.
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