En Medellín, un joven de 23 años, ha pedido en repetidas ocasiones que se le aplique la Eutanasia.
Está interno en Bellavista desde hace un año y condenado por un delito que asegura la familia no cometió. Ayer fue admitido un fallo del Tribunal Superior de Medellín:
Se trata de Sebastián López, un joven de 23 años, recluido desde hace un año en la cárcel nacional Bellavista, pero por cuenta de sus condiciones de salud, ha pedido que se le concedan el derecho a morir dignamente, por medio de la Eutanasia.
Hernando López – Papá de Sebastián «Sebastián ha solicitado la eutanasia por la carencia del sistema de salud y ya que en la cárcel no se tienen las condiciones para atenderlo»
Sebastián López – Recluso “ Esta es la hora en que no me he podido bañar, estoy mojado hasta el alma, tengo una colostomía que requiere atención y no la tengo»
Para su familia, la petición no ha sido la más acertada, pues se trata de un ser humano quien, luego de la captura, quedó con una movilidad reducida, con heridas abiertas e infectadas y la imposibilidad de valerse por sí sólo.
Sebastián López – Recluso «No importa el delito que hayamos cometido, somos seres humanos y necesitamos que nos escuche, por favor que me colaboren”
En las últimas horas, un fallo del Tribunal Superior de Medellín, les ordenó tanto a Medicina Legal y como a las directivas de Bellavista, tomar medidas en relación con esta situación y les dio un plazo de 12 y 48 horas para verificar las condiciones de salud de Sebastián.
Para la Familia, se trata de la respuesta esperada, por eso, ahora confía en que los plazos se cumplan para darle una mejor calidad de vida a su hijo y no una muerte asistida.
Hernando López – Papá de Sebastián “ Nos aliviana un poco la situación la tensión la preocupación de toda la familia en vista de las condiciones de salud que se encuentra Sebastián para nosotros ha sido viable Ya que él en las condiciones que quedan no queda haciendo un peligro para la sociedad»
Esperan que el caso sea analizado y a su hijo, de 23 años, le permitan tener una prisión domiciliaria para terminar de pagar su condena de más de 300 meses.
La idea de la familia es que el fallo permita mejorar la calidad de vida y no tener que aplicar la Eutanasia
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