La unión ‘milagrosa’ e histórica: Militares e indígenas en la selva del Guaviare buscando a los niños

Al tener la esperanza de encontrar a los niños vivos; era claro que la tarea, no era solo militar, así que a los militares se unieron indígenas de cuatro departamentos, que conocían la selva.

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Los hermanos iban con su madre el pasado 1 de mayo en una avioneta, rumbo a Guaviare a encontrarse con su padre, un gobernador indígena que había sido desplazado del Caquetá. Pero se accidentaron, los tres adultos fallecieron en la aeronave, los niños; sobrevivieron, y empezó una larga búsqueda entre militares e indígenas.

Con cuatro aeronaves y helicópteros de la Fuerza Aérea se iniciaron las labores para dar con el paradero de la avioneta. Casi 15 días después la hallaron.

Al tener la esperanza de encontrar a los niños vivos; era claro que la tarea, no era solo militar.

Pericia militar, conocimientos ancestrales sobre la selva: militares e indígenas juntos

La cooperación entre las Fuerzas Militares y los grupos indígenas, entre ellos el Murui Huitoto, de las zonas de Siona y Araracuara, en la selva amazónica, fue clave para encontrarlos.

Se lanzaron 10.000 volantes en lengua indígena y kits de comida.

Unos 150 soldados y 72 de indígenas se dividieron en grupos para recorrer de día; de noche y hasta de madrugada en medio de las más duras condiciones climáticas, la espesa selva.

Una busqueda EN 2656 kilometros, en 40 dias.

Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años, y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, de 11 meses., y quien cumplió cuando estaba extraviado en esa selva, si estaban vivos.

La Operación Esperanza; en la usaron saberes ancestrales para seguir huellas, satélites y perros guías de búsqueda y rescate.

Tanto los militares como los indígenas, tenían casi todo en contra. Hasta la posibilidad de encontrarse con algún grupo armado ilegal.

Los cuatro niños, hermanos Ranoque Mucuctuy, hallados con vida. Ya están hospitalizados.

Compartieron comidas, bebidas, opiniones, largas caminatas; incertidumbre y temores.

A los indígenas ya los extrajeron de la selva, ahora, allí quedan los comandos militares que siguen buscando a su perro guía Wilson.

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